Un libro fija la memoria de la Caja Provincial de Ahorros

El autor explica que su nacimiento fue casi instrumental: «El ministro José Antonio Girón había prometido la Universidad Laboral pero eran necesarios los terrenos. La Caja Provincial se creó para tener un préstamo puente con que adquirir las tierras de lo que hoy es el campus universitario de Rabanales».

Francisco Solano Márquez divide su obra en ocho capítulos, cada uno con el nombre de un presidente, y recuerda cómo fue la Caja Provincial la promotora de miles de viviendas de protección oficial en la ciudad, en Carlos III, Sector Sur y sobre todo el Parque Figueroa. La caja se caracterizó «por la formación de sus empleados, porque algunos entraron en los puestos más modestos y tras prepararse y estudiar carreras alcanzaron grandes responsabilidades», y también por la unión entre sus trabajadores. Su obra social deparó libros y publicaciones todavía recordadas.

Fue además la Caja Provincial la que adquirió el Palacio de Viana, que transformó en museo, y que pervive como su memoria más visible junto a la sede central de Gran Capitán, que proyectó Rafael de La-Hoz. El libro «incluye la carta que envió Magdalena Álvarez, entonces consejera de Hacienda de la Junta», recomendando la fusión por absorción para la unión Con Cajasur, tras haber fracasado la que sed pretendía con Unicaja. «En aquel momento tenía 165.000 millones de pesetas en recursos ajenos y 130.000 en inversión crediticia», recordó el autor.