Otro suspiro de ilusión

Lo mejor de la noche fue comprobar que Uli es un jugador diferente y reiterar que la estrategia será el mejor arma ofensiva de este Córdoba. Dos goles de Bernardo y Raúl Bravo en jugadas a balón parado permitieron al equipo remontar en la segunda mitad el tanto inicial de Jairo. Mientras, el mejicano esbozó que está llamado a marcar diferencias en el Córdoba. Si las cosas se dan con cierta normalidad, tendría que explotar en El Arcángel. Dávila dejó destellos de calidad desde el primer día. El zurdo partió, repartió juego y asistencias desde la mediapunta, justo por detrás del delantero. El segundo punta que deseaba Villa ya lo tiene.

A él le hicieron la falta al borde del área que provocó la mejor ocasión de los blanquiverdes. Una oportunidad que pudo adelantarle en el marcador. Abel Gómez lanzó con potencia y el balón se estrelló en el poste de la portería sevillista.

El aviso local hizo despertar al conjunto de Unai Emery. Pero, en el fútbol profesional, no hay amigos, por mucha amistad que tenga con Villa. El Sevilla se sacudió el animoso inicio cordobesista y comenzó a dominar el duelo. Jairo, con un buen remate de cabeza, batió a Juan Carlos, ayer titular en la portería por Saizar. El Córdoba acusó el 0-1. Vitolo, Rusescu y sobre todo Diogo tuvieron el segundo para los de Nerción.

Villa pudo sacar conclusiones de una defensa compuesta por los hermanos Cruz y con Campabadal y Samu en los laterales. El sevillano, por cierto, muy motivado y notable en su actuación. Más sufrió Campa. En la derecha, el Córdoba sufre. Por allí partió Germán Pacheco. El argentino tuvo un debut menos brillantes que Uli. Pacheco acusó la aclimatación y se le notó apagado. Lógico, hace tres días estaba en Perú. Pero, eso no le impidió dar la asistencia del 1-1. Antes, pese a las ocasiones del rival, el Córdoba pudo empatar. La tuvo Strahman en un remate de cabeza al filo de la media antes de Uli Dávila dejase su sutileza demostrada en el área hispalense antes del descanso.

A la vuelta de los vestuarios, Caballero dio descanso a Abel para visitar al Eibar el domingo en la Liga. Caballero, otro posible titular en Ipurua, le suplió. Lo cierto es que el Córdoba mejoró en la reanudación. Y tiró de su mejor arma en este inicio de temporada: las acciones a balón parado. Otro gol de estrategia. Bernardo empató al rematar con la izquierda un saque de esquina de Pacheco a los tres minutos de la segunda mitad. Una jugada que demostró que más allá del gran lanzador que es Abel, tiene relevo en Pacheco para poner en juego esas acciones cuando no esté el pivote.

Con el 1-1 en el marcador, el Córdoba fue superior durante bastantes minutos. El choque estuvo más abierto. Caballero le dio ritmo al juego y el balón circuló con más fluidez. En éstas, Villa retiró a Fran para probar a Raúl Bravo de central izquierdo, posición para la que llegó pero en la que no ha jugado tras debutar en el lateral izquierdo. El choque no le dio mucho trabajo como para valorarle en la nueva posición.

El Córdoba dominó en el segundo acto, pero el carrusel de cambios de los equipos acabó por quebrar el partido, que entró en una fase de equilibrio, con entretenimiento, pero sin ninguna llegada clara al área rival. Sin embargo, los locales siempre estuvieron más cerca de la victoria en este período. Y así fue. En otra acción a balón parado. Raúl Bravo cabeceó a la red una falta lateral sacada por López Silva. Este Córdoba tiene un plan y ayer dio otro suspiro de ilusión.