HOTEL DEL UNIVERSO
Top Poet
«Los participantes en mi programa no tendrían que cocinar dentro de la Casa, ni estarían obligados a dormir juntos»
Si yo fuese responsable de una cadena privada de televisión, me propondría organizar un reality cultural sin falta. Creo que el país lo necesita, aunque no lo sepa de manera consciente. Como conozco a algunos escritores, sugiero que el piloto sea literario. Los escritores damos para mucho.
Desde aquí me ofrezco, a quien corresponda, como asesor, ayudante de casting, guionista y todo lo que haga falta. Por poner un ejemplo, yo invitaría a que trabajasen juntos, dentro de la Biblioteca Nacional, o de la sala de Las Meninas del Museo del Prado, a Arturo Pérez Reverte, Mario Vargas Llosa, Lucía Etxebarría, Ana Rosa Quintana, Javier Marías, Manuel Rivas, Manuel Vilas, Juan Marsé, Soledad Puértolas y Emilio Lledó. Se trata tan sólo de una sugerencia, pero creo que debería ser tomada en consideración, porque reúne calidad y cantidad: tirón popular, ingenio español biodiverso, capacidad de análisis, atractivo psicofísico, conocimiento de los clásicos y las fuentes originales.
Los participantes en mi programa no tendrían que cocinar dentro de la Casa, ni estarían obligados a dormir juntos. La cadena NH de hoteles, patrocinadora de las emisiones, les ofrecería habitación en un establecimiento de, al menos, tres estrellas. La cadena de restaurantes VIPS correría con los gastos del desayuno, comida, merienda y cena de los concursantes, procurando que su dieta fuese lo más saludable posible. En alguna de las comidas del día se incluiría siempre, como es lógico, el sándwich VIPS Club, santo y seña de la firma.
Lo único que tendrían que hacer los escritores seleccionados es someterse a ciertas pruebas eliminatorias hasta alcanzar uno de ellos la condición de Top Poet. Dicha condición, además de reportar un premio de novecientos mil euros, para sufragar los gastos de la redacción de su próxima obra, daría derecho a pernoctar de por vida en los hoteles NH, y a comer por la cara en cualquier restaurante de la empresa VIPS. Creo que a los escritores españoles hay que tratarlos bien, con cariño.
Entre las pruebas posibles, me parecen necesarias las siguientes:
1- Escribir en directo, a mano y en quince minutos, una carta de amor a la Reina Isabel de Inglaterra o al Presidente Obama, según se desee (quiero decir, según se desee escribir y según se desee desear, porque en el programa no existirán ideas preconcebidas ni acerca de la escritura ni tampoco de los deseos de los concursantes).
2- Escribir en directo, con máquina de escribir Olivetti, y en dos meses, la Tercera Parte del Quijote. No se podrá recurrir a la invención del manuscrito encontrado, ni se podrá extraviar una mula en ningún capítulo.
3- Escribir en directo, con ordenador, en seis horas, cien sonetos encadenados a San Vicente Ferrer y a sus milagros más reconocidos.
4- Escribir en directo, de viva voz, repentizando, en media hora, una sextina cuyo primer endecasílabo sea el siguiente: No madruga quien quiere, cada día,…
Todos los concursantes que no sean ya miembros de número de la Real Academia Española, serán nombrados inmediatamente, y a todos aquellos a quienes no se les haya concedido ya el Premio Planeta se les premiará en las próximas ediciones, por turno riguroso, siguiendo el orden alfabético que establecen las correspondientes normas del alfabeto. En próximos días informaré acerca del jurado del concurso.