¡Sorpresa! La Pequeña Nube de Magallanes no es una galaxia, sino dos
Un nuevo estudio sugiere que esta pequeña galaxia satélite de la Vía Láctea está formada por dos objetos diferentes, y no uno solo como creíamos hasta ahora
¿Y si la Vía Láctea no tiene la forma que pensábamos?
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Iniciar sesiónEl primero que dejó constancia escrita de su existencia fue el italiano Antonio Pigafetta, noble de cuna, geógrafo, aventurero y miembro de la expedición de Magallanes que dio la vuelta al mundo entre 1519 y 1522. En sus escritos, Pigafetta se refiere a una 'nube ... de niebla' en los cielos nocturnos del hemisferio sur. Hoy conocemos esa región como 'Nubes de Magallanes' y sabemos que se trata de dos pequeñas galaxias satélites de nuestra Vía Láctea. ¿Pero es realmente así?
Un estudio capitaneado por la astrónoma Claire Murray, del Space Telescope Science Institute en Maryland, en efecto, parece indicar que llevamos más de 500 años equivocados. Y que, en realidad, la nube descrita por Pigafetta no corresponde a dos, sino a tres galaxias. Toda una sorpresa para unos objetos que se encuentran entre los más observados, estudiados y analizados de todo el firmamento.
En un estudio que se publicará próximamente en 'The Astrophysical Journal' pero que ya puede consultarse en el servidor arXiv, Murray y sus colegas explican que la Pequeña Nube de Magallanes, a solo 199.000 años luz de la Tierra, no es una galaxia, sino dos diferentes, y que nos parece una solo porque las vemos una detrás de la otra.
Para llegar a esta conclusión, Murray y su equipo rastrearon los movimientos de las nubes de gas y las estrellas más jóvenes alrededor de la Pequeña Nube de Magallanes. Y descubrieron que la pequeña galaxia, que tiene cerca de 18.900 años luz de diámetro (cinco veces menos que la Vía Láctea) contiene, en realidad, dos conjuntos estelares, diferentes y separados por varios miles de años luz.
Tanto la Pequeña como la Gran Nube de Magallanes son galaxias enanas cuyo destino último es ser 'devoradas' por la Vía Láctea, que las atrae con su inmensa gravedad. La Gran Nube de Magallanes tiene forma de disco, como una Vía Láctea en miniatura, y una masa equivalente a la de 21.000 millones de soles. Pero la Pequeña Nube de Magallanes, dos tercios menos masiva, tiene forma irregular y, a pesar de que desde hace tiempo se sospechaba que consta de múltiples componentes, su visión está oscurecida por densas nubes de polvo y gas, lo que hace difícil distinguir sus detalles con claridad.
Un desastre de galaxia
En anteriores estudios, Murray ya había determinado que la Pequeña Nube de Magallanes, llena de gas y zarandeada por la gravedad combinada de la Vía Láctea y la Gran Nube de Magallanes, es «un desastre de galaxia». Pero en esta nueva investigación, llevada a cabo con las 36 antenas del radiotelescopio australiano Square Kilometer Array Pathfinder, la astrónoma y sus colegas amplificaron las ondas de radio emitidas por el hidrógeno de la galaxia enana y utilizaron después los datos de la misión europea Gaia, que registra datos de más de mil millones de estrellas, para rastrear la velocidad y la dirección de miles de estrellas jóvenes de la Pequeña Nube de Magallanes, todas ellas nacidas hace menos de diez millones de años.
Suponiendo que esas estrellas jóvenes se están moviendo junto a las grandes nubes de gas donde se formaron, los investigadores fueron capaces de detectar dos 'parches' distintos de gas y polvo generando estrellas. Las dos nubes tienen diferentes abundancias de 'metales', es decir, elementos más pesados que el hidrógeno o el helio, y una de ellas parece estar más distante de la Tierra que la otra, aunque su separación exacta aún no está clara.
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Lo que no se sabe aún es si los dos objetos son independientes el uno del otro pero ambos han sido atraídos por la gravedad o si, por el contrario, se trata de un único objeto 'partido en dos' por las fuerzas gravitatorias. En favor de la primera opción está el hecho de que las dos nubes parecen tener masas similares. Si fueran dos partes de una nube mayor, razonan los investigadores, habría sin duda una mayor que la otra. Por lo tanto, y si se confirma, como sugiere el estudio, que ambas nubes no están relacionadas, entonces la Pequeña Nube de Magallanes son dos objetos, y no uno solo como creíamos hasta ahora. En cuyo caso no quedará más remedio que cambiarle el nombre.
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