Suscribete a
ABC Premium

El ladrillo cocido: un afortunado accidente que transformó la civilización

No fue el resultado de un meticuloso plan de ingeniería, ni del trabajo obsesivo de alquimistas tras la fórmula perfecta: su llegada fue fruto del azar

La historia del colorante textil que acabó siendo, casi por casualidad, el primer antibiótico humano

Pedro Gargantilla

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay historias en la humanidad que parecen más cuentos que relatos históricos, y la aparición del ladrillo cocido es una de esas fábulas en las que la casualidad y la genialidad se funden para dar forma –literalmente- a la civilización.

El ladrillo cocido, ese ... modesto protagonista de millones de muros y ciudades, no fue el resultado de un meticuloso plan de ingeniería, ni del trabajo obsesivo de alquimistas tras la fórmula perfecta: su llegada fue fruto del azar, de traducir el error, el accidente o la circunstancia fortuita en un avance que cambiaría para siempre la manera de construir, de habitar y de soñar en grande.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia