Encontrar un chollo, tan bueno como el sexo

Según publica la revista especializada en consumo The Grocer , los investigadores llegaron a esta conclusión tras medir la actividad cerebral de cincuenta voluntarios divididos en grupos a los que se proponía realizar diferentes tareas, desde ir de compras a mirar una película erótica. Los científicos utilizaron un equipo de seguimiento de movimientos oculares, para medir la dilatación de la pupila y el movimiento de los ojos, y un sistema llamado iMotion que evalúa las respuestas emocionales del cuerpo en una escala del uno al diez. Un máximo de diez es equivalente a un trauma y rara vez se produce. Sin embargo, una puntuación de entre cinco y siete es el tipo de emoción que se siente cuando se observan imágenes eróticas.

Para desconcierto de los científicos, resultó que encontrar un cupón o un obsequio en un producto producía tanto entusiasmo a los voluntarios como la pornografía. La puntuación en la escala emocional era la misma. Sin ir más lejos, conseguir un audiolibro gratuito para niños recibió una puntuación de 5,8 entre los voluntarios. Otras ofertas, como simples descuentos para la leche o pequeños obsequios en los productos de alimentación, también fueron recibidos con gratificantes sensaciones.

La investigación, encargada por el Instituto de Marketing Promocional de la Universidad de Westminster, concluye que existe una alta correlación entre la respuesta emocional a las promociones y un incremento de las ventas . En este sentido, el estudio proporciona otra interesante conclusión, y es que el marketing promocional puede convertirse en «el nuevo porno». Quizás ésta sea una explicación a porqué a tantos adultos les siguen gustando los huevos Kinder.