Elon Musk intenta por segunda vez el lanzamiento de su cohete gigante Starship, en directo
SpaceX ha explicado que tiene una ventana de lanzamiento de una hora a partir de las 15.28 (hora española)
La nave, de 120 metros, es la más grande y potente jamás construida
Estalla en el aire el cohete Starship de Elon Musk poco después de despegar
Así es Starship, la nave gigante de SpaceX con la que Elon Musk quiere llevar humanos a Marte
Sigue en directo la última hora y las reacciones a la explosión del cohete del proyecto SpaceX de Elon Musk
P. Biosca
Madrid
Segunda intentona para el vuelo inaugural al espacio de Starship, el mayor cohete jamás construido con el que Elon Musk quiere llevar a la siguiente hornada de humanos a la Luna, a la primera tripulación a Marte y, después, más allá, según sus intenciones. ... Pero antes, su compañía, SpaceX, debe demostrar que este 'monstruo' de 120 metros, el cohete más grande y potente jamás construido, es capaz de despegar por primera vez con sus dos etapas ensambladas (que portan, entre ambas, la friolera de 39 motores) es capaz de levantar el vuelo completar casi una vuelta a la Tierra.
El cohete ha estallado en el aire poco después del despegue, si bien la empresa SpaceX considera «un éxito» la operación.
El despegue -que podrás ver en directo más arriba- desde las instalaciones de la compañía en Boca Chica (Texas, EE.UU.) está previsto a partir de las 15.28 (hora española). A partir de ese momento, la compañía tiene una ventana de lanzamiento de 62 minutos en los que el imponente Starship con sus dos etapas integradas (por un lado, la base llamada Super Heavy, de 70 metros de altura y formada por 33 motores Raptor; por otra, la nave Starship, de 50 metros, con tres Raptor principales más otros tres secundarios) pondrá rumbo al espacio. Eso si no hay contratiempos como el de la primera tentativa, cuando una válvula congelada provocó que se cancelara el lanzamiento.
Cancelado el primer intento de vuelo del cohete Starship por una válvula congelada
Patricia BioscaSe trata de la primera prueba de vuelo, sin tripulación, del cohete y la nave destinados a enviar astronautas a la Luna y a Marte
Si todo va según lo planeado, ocho minutos después del despegue, a 32 kilómetros de la costa en el Golfo de México, en el océano Atlántico, se hundirá la segunda etapa en un aterrizaje suave, simulando cómo acabaría en la plataforma -pero sin ella debajo-. Mientras tanto, los seis motores Raptor de la etapa superior de Starship se encenderán después de 177 segundos, o poco menos de tres minutos de vuelo, continuando el viaje de la nave hacia el este. Esos motores funcionarán durante unos 6,5 minutos y se apagarán a los 560 segundos de vuelo.
La nave no completará una vuelta completa a la órbita, sino que se colocará en una trayectoria inestable alrededor de nuestro planeta, sobrevolando la órbita terrestre baja a 28.160 kilómetros por hora. Después, la gravedad hará su efecto y 'atrapará' a la nave, que atravesará la atmósfera soportando temperaturas de más de 1.600 grados, para finalmente acabar a unos 100 kilómetros de las costas de Hawai, en el Océano Pacífico, en un aterrizaje no controlado (aunque está previsto que en vuelos posteriores esta primera etapa también ejecute un aterrizaje suave).
Hasta la fecha, los prototipos Starship que han conseguido elevarse han sido de la segunda etapa (la nave con seis motores). Hasta en cinco ocasiones se ha conseguido llevar al vehículo espacial hasta los 10 kilómetros de altura, si bien solo una vez, en la última prueba, se ha conseguido el aterrizaje con éxito.
Por su parte, Super Heavy, formado por treinta y tres motores, nunca ha despegado, por lo que este será su bautismo de fuego. En febrero, SpaceX hizo una prueba de encendido del propulsor, encendiendo 31 de sus 33 motores Raptor durante aproximadamente 10 segundos con el cohete atornillado en posición vertical sobre una plataforma.
Probabilidades de que no salga todo bien
De la veintena de prototipos creados, la mitad ha acabado explotando o en llamas. Quizá por ello el propio Musk no se mostró demasiado optimista el pasado domingo, cuando afirmó pos Twitter que «no debemos esperar el éxito» de esta prueba, a lo que añadía que, sin embargo, el vuelo «no sería aburrido».
Desde la misma compañía afirmaban que «el éxito se mide por cuánto podemos aprender, lo que informará y mejorará la probabilidad de éxito en el futuro a medida que SpaceX avanza rápidamente en el desarrollo de Starship». Un mensaje que la empresa de Musk lleva repitiendo desde 2019, cuando empezaron las primeras pruebas y, con ellas, las primeras explosiones.
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De hecho, de cara a este mismo test, SpaceX emitió un comunicado asegurando que el objetivo es «intentar recopilar la mayor cantidad de datos posible durante el vuelo para cuantificar la dinámica de entrada y comprender mejor lo que experimenta el vehículo en un régimen de vuelo que es extremadamente difícil de predecir con precisión o replicar computacionalmente». Ciertamente, el espectáculo parece estar servido.
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