Cancelado el primer intento de vuelo del cohete Starship por una válvula congelada
Se trata de la primera prueba de vuelo, sin tripulación, del cohete y la nave destinados a enviar astronautas a la Luna y a Marte
El segundo intento tendrá lugar este jueves a las 15.30 (hora española)
Así es Starship, la nave gigante de SpaceX con la que Elon Musk quiere llevar humanos a Marte
Madrid
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Iniciar sesiónMucha expectación en torno al lanzamiento de Starship, el cohete con el que SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, quiere llevar humanos primero a la Luna, después a Marte, y luego «más allá». Finalmente, una válvula congelada provocaba la cancelación del primer vuelo ... del cohete más grande jamás construido.
Con poco menos de 9 minutos para el final de la cuenta atrás, SpaceX anunció un problema con el sistema de presurización en la primera etapa de Starship. Sin embargo, los controladores de la misión decidieron continuar y cambiar la prueba a un ensayo general húmedo (en el que se dan todos los pasos previos al despegue, pero sin hacerlo) y aprender más sobre el cohete y sus sistemas.
La compañía confirmaba la noticia, adelantada por el propio Musk, y afirmaba que el equipo ya se está preparando para el próximo intento. Pocas horas después, SpaceX desvelaba que la siguiente oportunidad de despegue será este jueves desde las 15.28 (hora española), cuando se abrirá una ventana de lanzamiento de 62 minutos.
Standing down from today’s flight test attempt; team is working towards next available opportunity
— SpaceX (@SpaceX) April 17, 2023
El domingo por la noche, Musk no parecía muy confiado en que la prueba fuese satisfactoria: «No debemos esperar el éxito», confesaba en Twitter. Tampoco una semana atrás se mostraba especialmente optimista, afirmando que, al menos el vuelo «no sería aburrido». Desde la misma compañía afirmaban que «el éxito se mide por cuánto podemos aprender, lo que informará y mejorará la probabilidad de éxito en el futuro a medida que SpaceX avanza rápidamente en el desarrollo de Starship». De hecho, la mayoría de los anteriores prototipos han acabado en llamas o explotando, ya que la compañía suele llevar hasta el límite a sus naves, alegando que con cada intento, incluso aunque no salga según lo planeado, aprenden a comprender más a esta 'bestia', que tendrá el doble de potencia que el megacohete SLS con el que se lanzó la misión Artemis I.
El objetivo de esta prueba es llegar a la órbita terrestre, completar casi entera la vuelta a nuestro planeta -en lo que tardará alrededor de 90 minutos-, para después reentrar en la atmósfera y caer en el Pacífico a una velocidad supersónica a unos 97 km de las islas del norte de Hawái. Después de separarse del Starship, se espera que el propulsor Super Heavy ejecute los comienzos de un vuelo de regreso controlado antes de sumergirse en el Golfo de México.
El reingreso de Starship sobre el Pacífico pondrá a prueba su capacidad para autodirigirse utilizando sus grandes alerones, además de probar su protección térmica ideada para resistir la intensa fricción generada a medida que cae en picado a través de la atmósfera. «La nave llegará como un meteoro», describió Musk. «Este es el primer paso de un largo viaje que requerirá muchos vuelos».
Primero la Luna, luego Marte, y después...
La idea de SpaceX con Starship es desarrollar un vehículo totalmente reutilizable que utilizará primero para llevar personas a la Luna, después a Marte y su intención es continuar los viajes más allá del Planeta Rojo. La primera etapa Super Heavy de Starship está impulsada por 33 de los nuevos motores Raptor, mientras que la nave espacial de la etapa superior, conocida como Starship, tiene seis de estos propulsores. La potencia de este cohete es el doble que el megacohete Space Launch System (SLS) de la NASA, utilizado en el programa Artemis y, que de momento, tiene el récord.
De hecho, la idea es utilizar Starship para llevar a los astronautas Artemis 3 a pisar la Luna de nuevo, además de usarla para, al menos, tres vuelos espaciales privados, dos de ellos para transportar pasajeros alrededor de nuestro satélite.
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Starship es también el cohete más grande jamás construido, con una altura 120 metros (el SLS tiene 65) cuando está completamente montado. Pero la intención de SpaceX es ampliarlo en el futuro otros diez metros más, según adelantó el magnate hace unos días.
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