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Científicos españoles resucitan partes de bacterias de hace 2.600 millones de años que podrán curar enfermedades genéticas

El estudio abre nuevas vías en la manipulación del ADN y en el tratamiento de patologías como el cáncer o la diabetes

Por qué las bacterias del pasado son claves para curar las enfermedades genéticas del presente

Crispr, la revolución genética que ya nos podemos comer

De izquierda a derecha: Lluis Montoliu, Francis Mojica y Raúl Pérez-Jiménez L. Montoliu
Patricia Biosca

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Las bacterias surgieron hace unos 3.500 millones de años. Desde entonces, han perfeccionado un mecanismo por el que su ADN guarda trozos de virus con el objetivo de que, si en el futuro vuelven a reinfectarse, esta defensa literalmente corta la infección, eliminándola ... del organismo. Este sistema, bautizado como CRISPR (siglas en inglés de 'repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas') por su descubridor, el genetista alicantino Francis Mojica, se ha convertido en una técnica revolucionaria que permite crear modificaciones genéticas 'a la carta': desde trigo apto para celíacos a ovejas que dan mejor lana, incluyendo nuevas terapias experimentales que se han convertido en la esperanza de muchos pacientes con enfermedades genéticas. Y todo de una forma precisa y, además barata, solo usando el mecanismo refinado durante millones de años por las 'humildes' bacterias.

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