¿Por qué las abejas mueren tras la picadura?
Ciencia cotidiana
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Los escorpiones, abejas, avispas, hormigas, escarabajos, medusas, rayas y peces araña tienen en común la existencia de un aguijón en su anatomía. Es un órgano o parte del cuerpo punzante que es utilizado para capturar presas o como método de defensa.
La ... mayoría de los animales son agresivos cuando sienten una amenaza y las abejas no son una excepción. Se trata de animales sociales que tienen una compleja estructura y que son enormemente territoriales y protectores. Cuando deciden lanzarse a picar es porque sienten una amenaza a nivel de su espacio, colonia o crías, en caso contrario nunca atacarían.
El aguijón de las abejas está comunicado con las glándulas de veneno y con el intestino, y cuando lo clavan hace un efecto anzuelo –púas que se enganchan en la piel-. En el supuesto de que piquen a un Homo sapiens la unión es irreversible, de forma que no pueden sacarlo y acaba desprendiéndose del cuerpo, provocando la muerte de la abeja.
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Ahora bien, la abeja no muere de forma instantánea, todos hemos visto a las abejas volar tras una picadura. La muerte llega horas después, debido a la pérdida de fluidos y al fracaso de los órganos internos.
La función primigenia del aguijón de las abejas era depositar huevos (ovipositor), sin embargo, la evolución le terminó otorgando una finalidad defensiva. Esto explicaría por qué las abejas obreras mueren cuando pican, un hecho que no sucede con las abejas reina, en donde el aguijón tiene otra funcionalidad.
El aguijón de las abejas reina se usa, por un lado, para mostrar su supremacía dentro de la colonia y, por otro, para colocar los huevos en el fondo de las celdas.
La culpa la tiene la apitoxina
Otra cuestión que merece la pena destacar es que las abejas no mueren cuando pican a otros insectos, ya que el aguijón es capaz de perforar el exoesqueleto de estos animales, que es relativamente delgado, y poder extraerlo a continuación sin sufrir daños.
Con la picadura depositan un veneno llamado apitoxina, una sustancia muy compleja formada en parte por ácido fórmico y proteínas, fundamentalmente por el polipéptido citotóxico melitina.
La apitoxina produce muerte celular, tras destruir las membranas celulares, al tiempo que sobreestimula los receptores del dolor, de forma que la percepción que tenemos es que se ha producido un daño mayor al que realmente se ha infligido.
Los zánganos no pican
Hasta el momento hemos hecho referencia a las abejas obreras y a la reina, pero ¿qué sucede con los zánganos? Las abejas macho de una colmena, que se desarrollan en celdas más grandes que las obreras, proceden de huevos sin fecundar (partenogénesis), por lo que tienen la mitad de cromosomas que las hembras. Por su parte, las abejas obreras son diploides, porque son el fruto de la unión entre un óvulo y un espermatozoide.
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La fecundación de la abeja reina se produce durante el vuelo nupcial o de fecundación, que repite entre dos y cinco ocasiones. Tras la cópula el zángano muere, dado que se desprende su aparato genital. Entre las características anatómicas de los zánganos destaca la ausencia de aguijón, por lo que este tipo de abejas tampoco nos pica.
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