Veinte universidades y centros de investigación españoles se ofrecen para acoger a científicos ucranianos
La iniciativa forma parte de un programa internacional para que los científicos puedan continuar con sus carreras fuera de su país

La comunidad científica internacional se ha sumado a las muestras de apoyo al pueblo ucraniano con un programa para acoger a investigadores y estudiantes del país castigado de forma cruenta por la guerra, de forma que puedan continuar con sus carreras fuera de sus laboratorios. ... La iniciativa cuenta con más de 600 ofertas de países de todo el mundo, entre ellas las de una veintena de centros y universidades españolas.
Con el hashtag #ScienceForUkraine , el proyecto nació en la red social Twitter de forma espontánea. En pocos días pasó de ser un pequeño grupo autoorganizado para gestionar una base de datos a convertirse en un grupo con decenas de personas, todo tipo de perfiles y con capacidad para actuar a muchos niveles. Ahora cuenta con su propia web . Centros de investigación de una punta a otra del planeta, desde Canadá o EE.UU. hasta Japón o Nueva Zelanda -y muchos de ellos europeos-, se ofrecen para acoger a sus colegas ucranianos afectados por la invasión de Rusia. El objetivo es darles apoyo por el período más largo posible, pero no menor a tres meses, incluido el alojamiento y la financiación. Desde la web señalan que incluso ofertas tan cortas, en forma de visitas, podrían brindar ayuda inmediata y dar a los científicos tiempo y medios para solicitar puestos o becas más estables.
«En España ya hay más de 20 universidades y centros de investigación con ofertas en activo, y en unos días esperamos incorporar unas 30 ofertas más que ya hemos detectado. Esto va a ir en aumento a medida que la comunidad científica vaya siendo consciente de la magnitud de la situación», explica a este periódico Albert Palou, responsable de comunicación del Centro Tecnológico BETA de en la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), uno de los organismos españoles que se han incorporado al proyecto. Entre ellos se encuentran la Universidad Pontificia de Comillas, la de Córdoba, el Instituto de Oncología del Vall d'Hebron, el centro de investigación biomédica Príncipe Felipe en Valencia (CIPF), el Centro de Regulación Genómica (CRG) o el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras en Barcelona. Las universidades públicas de Castilla y León han ofertado cien plazas para acoger a estudiantes ucranianos de grado, master y doctorado durante este semestre. Se les proporcionará alojamiento gratuito y cada estudiante recibirá una asignación mensual para gastos generales, que oscila entre 250 y 500 euros.
Llega la primera investigadora
Palou explica que la iniciativa ya está funcinando. Este viernes se incorpora a su equipo la primera investigadora postdoc ucraniana, «una de las primeras investigadoras que se va a beneficiar del trabajo de #ScienceForUkraine en Europa», señala. «Desde el CT BETA esperamos recibir tres personas más en los próximos días, tan pronto puedan salir de Ucrania. Pero tenemos muchas otras peticiones, también de estudiantes, por lo que también estamos usando la red global que se ha creado para ayudar en lo que sea a que puedan ser atendidas lo más brevemente posible. Esta es la prioridad ahora mismo», añade.
«Para nosotros, el objetivo es que el máximo de personal científico cualificado ucraniano pueda seguir con su carrera, para contribuir a que no se pierdan una o dos generaciones enteras de investigadores. Su contribución es esencial para la futura reconstrucción del país», dice Sergio Ponsá, director del CT BETA.
Del laboratorio a los búnkeres
Oleksandra Ivashchenko, coordinadora nacional de #ScienceForUkraine en los Países Bajos y residente de física médica en el Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos), explicó a la agencia SINC que la situación de los científicos ucranianos «es muy difícil e incierta». «El primer día de la invasión, toda la educación regular, la investigación y otras actividades no esenciales quedaron paradas durante un tiempo indefinido. La situación es realmente confusa: luchan, se esconden y viven al día. Sus carreras están en el limbo», señaló.
Según Ivashchenko, muchos de sus amigos de la universidad acababan de iniciar carreras de investigación independientes o estaban a punto de terminar proyectos de doctorado, pero todo ha explotado por los aires. «Se estaban preparando para la defensa de su tesis, pero ahora se están escondiendo en búnkeres», dijo. Igualmente, explicó que gran mayoría de los investigadores ucranianos han permanecido en su país, muchos por no ser capaces de salir y otros porque han elegido conscientemente quedarse. «Para ellos, la idea de empuñar un arma es ahora la única forma en la que creen pueden recuperar sus vidas pasadas y sus carreras científicas. Aunque suene a locura y a miedo, esa es la realidad de los investigadores ucranianos que están ahora en el país».
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