Rebecca Wragg Sykes: «Ser el último homínido no nos convierte en vencedores»
La autora de 'Neandertales' recopila un sin fin de descubrimientos sobre la vida y la muerte de nuestros primos lejanos y los aleja del cliché de seres brutos y torpes
La arqueóloga Rebecca Wragg Sykes
Rebecca Wragg Sykes (Londres, 40 años) participó en su primera excavación arqueológica a los 14 años. «Hipnotizada» por las herramientas de piedra, la lectura de 'El clan del oso cavernario' de Jean Auel sobre el mundo de los neandertales capturó su imaginación para siempre, hasta ... el punto de que ha dedicado su carrera científica a estudiar a esa especie humana extinta que se extendió por Eurasia durante cientos de miles de años. En su libro 'Neandertales' (geoPlaneta), recopila un sin fin de descubrimientos sobre la vida de estos homínidos al tiempo que consigue contar una bella y emocionante historia humana, repleta de sensibilidad y fascinación sincera. Lejos de los clichés que describen a nuestros primos lejanos como unos brutos que malvivían en páramos helados, la investigadora de la Universidad de Liverpool defiende que fueron exitosos, curiosos e inteligentes, creativos y con capacidad de adaptación. «Me entusiasman porque nos obligan a cuestionar nuestras suposiciones», dice.
-¿Hasta qué punto eran inteligentes?
-Los neandertales estaban realmente interesados en la calidad material de las cosas. Su tecnología de piedra fue muy variada a través del tiempo y del espacio. Elegían cómo usaban y transportaban rocas y herramientas, algo que se refleja en sus habilidades de carpintería, ya sea para hacer palos de madera para excavar o lanzas, e incluso en la elección de especies y partes del cuerpo particulares para las herramientas óseas. Además, los arqueólogos han reconocido cada vez más la innovación y creatividad neandertal. Ellos inventaron la primera sustancia sintética, conocida como alquitrán de abedul. Se puede utilizar como mango de herramientas o como pegamento para pegar una escama de piedra en un mango de madera. Hacerlo requiere comprender cómo los materiales pueden transformarse mediante el calor en sustancias con propiedades físicas totalmente diferentes, y aún más, que el alquitrán puede ser recalentado y usado una y otra vez.
-¿Eran tan sofisticados como los sapiens?
-Los neandertales existieron desde hace más de 350.000 años hasta hace 40.000 años y, durante la mayor parte del tiempo, no vivieron de forma muy diferente a los sapiens. Ambos eran buenos cazadores pero también comían plantas en ocasiones, y la tecnología de la piedra también era bastante similar. Cada vez más, si se encuentra algo cognitivamente avanzado en los primeros Homo sapiens , descubrimos que los neandertales también lo hacían.
-Como por ejemplo...
-El caso del pegamento. Los investigadores solían pensar que mientras los neandertales solo usaban alquitrán de abedul, los sapiens creaban recetas de pegamento más complejas, mezclando diferentes cosas juntas. Pero un hallazgo reciente en Italia muestra que los neandertales también lo hacían con cera de abejas para mejorar la calidad. Claro que, por otro lado, hay cosas que solo vemos en los primeros sapiens, como el uso del calor del fuego para pretratar piedras y mejorar su calidad, y potencialmente el uso de proyectiles como armas, es decir, dardos o arcos y flechas.
La pasión sexual fue parte de sus vidas, pero la idea del apego monógamo está menos clara
-Es difícil hablar del lado emocional de una especie humana que ya no existe, pero usted no parece tener miedo de hacerlo.
-Para mí era muy importante que los lectores conozcan los hechos científicos, pero también ayudarles a contactar con los neandertales como otro tipo humano, que sintieran cómo podría ser estar en el Abric Romaní (yacimiento de Barcelona) de hace 60.000 años mientras se masacraba el cadáver de un gato montés junto a un hogar humeante.
-¿Tenían los neandertales sentimientos similares a los nuestros?
-Pasamos mucho tiempo racionalizando decisiones, pero a menudo los sentimientos aún subyacen en gran parte de lo que hacemos y muchos de ellos los compartimos con los simios. Los neandertales están mucho más cerca de nosotros en términos evolutivos que los simios y, dado el tamaño de sus cerebros, sería extraordinariamente sorprendente si no hubieran tenido también ricas y complejas vidas emocionales.
-¿Podrían haber expresado amor?
-El amor es esencialmente un impulso biológico basado en el apego emocional. Sin duda, los padres experimentaron un sentimiento feroz de protección hacia sus hijos, y juzgando de nuevo por las reacciones de especies como chimpancés o elefantes a muertes de parientes cercanos o amigos, también esperaría que experimentasen sentimientos que llamaríamos dolor.
-¿Se emparejaban?
-Creo que la pasión sexual probablemente fue parte de sus vidas, pero la idea del apego monógamo está menos clara. El ADN sugiere que las hembras de diferentes grupos se mudaban a otros formados por varones estrechamente relacionados, pero tenemos que recordar cuán pocas muestras genéticas tenemos todavía. Supongo, dada la diversidad en otros aspectos de su cultura y en comparación con lo que vemos en los cazadores-recolectores recientes, que no había necesariamente una única forma de organizar las relaciones sexuales.
Imagen familiar de los neandertales de El Sidrón, en Asturias
Podían haber sido más sensibles y tolerantes al gusto amargo y utilizar saborizantes
-Se adornaban y pintaban, ¿es así?
-Bueno, no lo sabemos bien, aunque es una posibilidad para lo que hacían con pigmentos de colores u objetos inusuales como garras de águila o conchas. Por ejemplo, se ha sugerido que varias garras de águila halladas en Krapina, Croacia, son una joya o incluso un collar, pero es una excavación antigua y no sabemos si originalmente estaban juntas. Sin embargo, nuevas investigaciones han encontrado un pequeño residuo de pigmentos de colores mezclados en una de las garras, subrayando que probablemente su aspecto estético era importante.
-¿Quizás querían impresionar al otro sexo?
-Podían haber utilizado cosas materiales para expresar su estatus social y tal vez aumentar su atractivo sexual. Algunos animales lo hacen. Pero en la investigación de la evolución humana existe el riesgo de proyectar nuestro propio comportamiento y expectativas culturales. Por ejemplo, la teoría de que los hombres fabricaban hachas de mano más grandes para lucirse (como la cola del pavo real) asume que ellos eran los principales o mejores fabricantes de herramientas. Sin embargo, no hay evidencia de que esto fuera así, y mirando a los chimpancés, son las hembras las que usan las herramientas y con mayor habilidad.
-Sugiere que podrían habernos hecho la competencia en la cocina.
-El gusto y el olfato son realmente importantes en el disfrute de los alimentos. Las narices de los neandertales eran mucho más grandes que las nuestras, pero esto, en lugar de estar relacionado con el olfato, probablemente tenía que ver con tomar la mayor cantidad de aire posible para apoyar a su metabolismo. De hecho, la parte de su cerebro relacionada con el olfato es relativamente más pequeña en comparación con el nuestro (a diferencia de su área de procesamiento visual). Pero la genética indica que los neandertales podían detectar al menos algunos de los aromas que nosotros podemos. El ADN también nos dice que podían haber sido más sensibles y tolerantes a algunos gustos, específicamente a los amargos. Algunos de El Sidrón (Asturias) comían milenrama. Si bien se ha sugerido que era con fines medicinales, tal vez fuera simplemente como saborizante para alimentos (la milenrama tiene una larga historia como hierba culinaria). Una cosa que imagino en el libro es lo que los neandertales en los extremos opuestos de su mundo habrían pensado de sus respectivas cocinas: ¿Los grupos acostumbrados a cazar caballos y bisontes en la tundra esteparia se habrían sorprendido al encontrar a otros de la Península Ibérica asando tortugas?
Quizás para los neandertales consumir a sus seres queridos suponía encontrar vida en la muerte; un eco simbólico que incluso encontramos hoy en el ritual de la Sagrada Comunión
-Dedica un largo capítulo a la relación de los neandertales con la muerte, ¿por qué?
-Durante mucho tiempo se ha considerado que la comprensión de la mortalidad es algo que distingue a los humanos de la mayoría de los demás animales. Por eso, la forma en que los neandertales, como nuestros parientes más cercanos, trataron a sus muertos es extremadamente interesante. En general, sobre la base de reevaluaciones modernas de esqueletos excavados hace mucho tiempo, junto con nuevos descubrimientos, existe una creciente evidencia de que protegían los cuerpos enteros de los muertos. No hay tumbas muy claras ni ordenadas, pero hay, por ejemplo, buena evidencia de un trabajo muy reciente en Shanidar (Irak) de que preparaban o alteraban áreas cóncavas naturales en sedimentos. También se han encontrado varios esqueletos de bebés e incluso de recién nacidos muy bien conservados.
-¿Y qué hay del canibalismo?
-Procesaban cuerpos, cortándolos con herramientas. A veces hay una clara evidencia de que los consumían, incluso destrozando los huesos en busca de médula. La explicación obvia de esto es el hambre, pero no encaja bien con los muchos restos de animales que también se encuentran en los yacimientos. La impresión no es de escasez de alimentos. Quizás en algunos casos hubo violencia, quizás una reacción al encuentro con extraños, pero en algunos lugares los restos incluyen a todas las edades y son tan numerosos que esto es difícil de imaginar. Sugiero otra idea: que se interesaban por los cuerpos, ya sea depositándolos enteros o despiezándolos, porque establecían con ellos fuertes lazos emocionales. También vemos esto en otras especies, por ejemplo en los elefantes, pero especialmente en los chimpancés, extremadamente concentrados en los cuerpos de parientes y amigos fallecidos, particularmente bebés. Tocan y acicalan, cargan a los bebés muertos durante días y, a veces, también comen partes. Quizás los neandertales, que usaban herramientas todos los días en los cuerpos de los animales, encontraron una especie de sentido en desarmar los cadáveres y potencialmente incluso guardar piezas como un medio para lidiar con la muerte como una separación traumática, lo que llamamos dolor.
-¿Podrían tener alguna idea de trascendencia o del más allá?
-Quizás para los neandertales consumir a sus seres queridos suponía encontrar vida en la muerte; un eco simbólico que incluso encontramos hoy en el ritual de la Sagrada Comunión.
La «escalera» de La Pasiega, de más de 64.000 años
Primeros artistas
-Está claro que tenían pensamiento simbólico, pero se discute si realmente hicieron arte, ¿qué opina?
-Creo que el problema está en nuestro uso de la palabra 'arte', especialmente en la cultura europea. Enfatiza un producto terminado y una audiencia, junto con significados simbólicos compartidos. Prefiero hablar de 'estética neandertal', ya que esta se centra en la idea de alterar materiales junto con un aspecto sensorial y la experiencia de hacerlo.
-¿Cómo valora las pinturas neandertales descubiertas en cuevas españolas y presentadas como obras de arte?
-Cuando se publicó esa investigación fue muy emocionante, porque en particular la mano en negativo de Maltravieso (Cáceres) sería la primera imagen figurativa conocida hecha por neandertales. Sin embargo, ha habido algunas críticas de otros especialistas (aquellos que trabajan en las imágenes más antiguas jamás encontradas de animales, en Indonesia) sobre la fiabilidad de las fechas para la huella de la mano y también para la línea de La Pasiega (Cantabria). Así que me gustaría ver más trabajo de datación en esos sitios. Pero, de hecho, ya hay mucha evidencia en otros lugares mostrando que los neandertales estaban interesados en aplicar color a superficies, incluida la garra de águila en Krapina, y conchas en diferentes sitios. Además, los grabados lineales sobre materiales que van del ocre al hueso y la piedra muestran que el concepto de hacer una línea como la de La Pasiega no está fuera de su rango de comportamiento.
Conocían a otros y terminaba en sexo. No hay evidencia abrumadora de que fueran agresivos entre ellos o con los extraños
El mundo neandertal fue tan amplio y rico como el imperio romano
-Lo que es indiscutible es que estos homínidos se extendieron por Eurasia durante cientos de miles de años, ¿podríamos hablar de un imperio neandertal?
-Los neandertales no tenían una cultura común que estuviera organizada a través de grandes áreas como un imperio. Pero afirmo que su mundo era tan amplio y rico como el Imperio romano por la enorme variedad de climas y paisajes que conocieron, tanto a través del tiempo como del espacio. Los que vivieron durante los tiempos más cálidos cerca de las costas del Mediterráneo estaban rodeados de bosques llenos del canto de las cigarras y comían mejillones ¡o delfines! Su mundo era muy diferente al de sus relativos de las grandes llanuras del norte de Europa o de Siberia, donde escuchaban el chasquido de los cascos de los renos, sentían el trueno de las manadas de mamuts y olían las hierbas de la tundra trituradas bajo sus pies.
En primer plano, representación de un neandertal. Al fondo a la izquierda, un sapien
-Tuvimos encuentros íntimos con ellos, una herencia que está grabada en nuestro ADN. ¿Fueron consensuados o se reconocían a sí mismos como diferentes y hubo raptos o abusos?
-Ésta es una de las principales preguntas de las que no tenemos respuesta. Probablemente sucedieron todas las posibilidades, porque sabemos que el mestizaje ocurrió durante más de 150.000 años, aunque quizás no muy a menudo. Pero sí podemos decir algunas cosas: la evidencia de ADN de numerosos fósiles y especialmente el descubrimiento de un hueso de un individuo híbrido nos dicen que cuando los neandertales conocían a otros, seamos nosotros o los denisovanos (una misteriosa especie de homínido), el sexo parece haber sido un resultado común. Y el hecho de que los bebés híbridos sobrevivieran, ya sea en grupos de sapiens o neandertales, indica que no fueron vistos como amenazas, sino cuidados, capaces de integrarse, crecer y luego tener hijos ellos mismos.
-¿No se produjeron agresiones?
-No hay evidencia abrumadora de que los neandertales fueran extremadamente agresivos entre ellos o con los extraños, y es posible que sintieran curiosidad y estuvieran abiertos a nuevas interacciones, más como los bonobos que como los chimpancés.
-La forma de estudiar a los neandertales ha cambiado mucho desde su descubrimiento hace 160 años, hasta el punto de que podemos extraer genomas completos de la misma tierra. ¿Qué hallazgos prometen los nuevos avances científicos?
-¡Se están utilizando tantos métodos nuevos que puede resultar difícil incluso para los especialistas mantenerse al día con lo que hace cada subdisciplina! La aplicación de la genética seguirá deparando nuevas sorpresas, así como métodos tales como isótopos estables de alta resolución donde podemos ver hasta dónde los individuos se movían a lo largo de sus vidas, una pregunta clave para la comprensión del territorio y las redes sociales. Otra cosa crucial es el creciente reconocimiento de la importancia de la 'arqueología lenta'. Esto enfatiza que capas muy delgadas pueden representar muchas fases de ocupación. Incluso las piezas más pequeñas de piedra pueden darnos información sobre decisiones complejas tomadas por los fabricantes de herramientas, lo que nos ayuda a entender cómo se organizaban o cuánto tiempo pasaban en los sitios. La microexcavación de capas y hogares ha sido transformadora en lugares como Abric Romaní, El Salt y Abric del Pastor (los dos últimos, yacimientos en Alcoy, Alicante). En este sentido, será muy útil un método nuevo e increíble para contar las capas de hollín que se acumulan en las paredes de las cuevas.
El último neandertal
-Uno de los episodios más enigmáticos sobre los neandertales es su desaparición. Tiene una hipótesis interesante sobre lo que sucedió, ¿podría explicarla?
-El nuevo foco no se dirige al clima o la inteligencia, sino a la sociabilidad. Muchos datos nuevos muestran que los sapiens estuvieron en Eurasia mucho antes de lo que se creía, pero no reemplazaron a los neandertales durante más de 100.000 años. Algo debió de haber sido diferente hacia el final, y puede tener que ver con cómo los grupos estaban conectados entre sí. La evidencia de ADN en particular indica que los neandertales, aunque no todos eran técnicamente endogámicos, vivían en poblaciones más pequeñas que, en general, estaban más aisladas unas de otras. Sin embargo, los primeros sapiens, aunque pocos en número, estaban mejor conectados. Y su arqueología, con más objetos simbólicos y arte, lo refleja. Solo se necesitaron unos pocos miles de años de neandertales teniendo menos bebés que nosotros para que se marchitaran, y sin amplias redes sociales de apoyo, una crisis inusual como un clima impredecible podría haber sido suficiente para que poblaciones aisladas murieran.
-En el libro, describe al 'último neandertal' en una cueva de Gibraltar. Es una imagen muy poderosa.
-Estaba siendo imaginativa al escribir ese capítulo, porque en realidad no sabemos dónde vivieron los 'últimos' neandertales, aunque el extremo suroeste de Europa es una opción. Otro es el lejano oriente de su área de distribución, en Siberia, o quizás un valle en Asia Central. Ciertamente es muy trágico imaginar la soledad de un 'endling' (el último representante de una especie). Desafortunadamente, hemos sido testigos de 'endlings' en muchas especies de animales de cuya extinción hemos sido responsables.
Los bebés híbridos son el fin y el principio. Su legado permanece hoy con nosotros
Debemos considerar seriamente que parte de lo que les pasó a los neandertales fue cuestión de suerte
-Resulta dramático.
-También podemos pensar en que los neandertales terminaron con un futuro. Todos esos bebés híbridos, que tenían un padre, primo o tatarabuelo neandertal, fueron el fin y el comienzo. Su legado todavía permanece hoy con nosotros. Y de hecho, una nueva investigación sugiere que solo una pequeña proporción de nuestro ADN es realmente exclusivo de Homo sapiens ; el resto proviene de varias fases de mestizaje, además de ser compartido a través de ancestros comunes con otros homínidos. Llevamos una herencia profunda.
-¿Qué nos dicen los neandertales sobre nosotros, los orgullosos sapiens?
-Lo que pasa con los neandertales es que los hemos usado como un espejo para examinarnos a nosotros mismos, tanto nuestros deseos como nuestros miedos. Han representado tanto lo que somos como lo que no somos. Y su desaparición se ha utilizado muy a menudo como un medio para consolidar la posición que reclamamos para nosotros mismos, en el trono de la vida. Pero las cosas no son tan simples.
-¿En qué sentido?
-Debemos considerar seriamente que alguna parte de lo que les pasó a los neandertales fue cuestión de suerte. Si miras en la historia de la vida en la Tierra, ha habido una serie de crisis extraordinarias donde muchas criaturas se extinguieron, incluso animales que estaban muy bien adaptados y habían tenido éxito durante millones de años. También ellos pudieron tener mala suerte, y otros pudieron tenerla buena por razones que no implica que fueran superiores. Además, las dos últimas décadas han demostrado que muchas de las primeras poblaciones pioneras de Homo sapiens que entraron en Eurasia se extinguieron. Podemos ser los últimos supervivientes de los homínidos, pero eso no nos convierte en vencedores.
-Dice que el cambio climático nos llevará a un mundo más peligroso que cualquier otro que un homínido haya conocido. ¿Qué lecciones podemos aprender de los neandertales para afrontar ese futuro?
-Las condiciones que ahora corremos el riesgo de experimentar serán más extremas que el calentamiento al que sobrevivieron los neandertales hace unos 123.000 años. El clima promedio fue de 2º a 4ºC más cálido y los niveles del mar de 7 a 8 metros más altos. Su mundo pasó muy rápido de las frías condiciones glaciales a un bosque caliente, con macacos en Alemania y España, e hipopótamos viviendo incluso en Yorkshire, Inglaterra. Tuvieron que adaptarse, y podemos ver que la escala de sus vidas quizás se encogió, no se movían tanto. Pero tanto si hacía frío como si hacía calor, los neandertales tenían mucha mayor flexibilidad en poder hacerle frente porque había menos (individuos) y podían desplazarse. Nosotros no podemos hacer eso en la misma medida, y tendremos que utilizar toda nuestra tecnología para hacerle frente. Aún más, tenemos que pensar mucho más como especie y considerar lo que significa ser un buen ancestro. La desigualdad en las respuestas tanto ante el Covid como ante la crisis climática muestra que tenemos un largo camino por delante.
'Traer a la vida' a un neandertal sería irresponsable y muy poco ético
-¿Ha imaginado alguna vez cuál sería el destino de los neandertales si todavía estuvieran vivos?
-Esto entra definitivamente en el ámbito de la ciencia ficción, y ha habido algunas novelas imaginando tal escenario. Pienso cómo la historia habría sido diferente si hubieran sido parte de este mundo desde hace 40.000 años y creo que habría sido un lugar más rico. Pero puedo imaginarme lo que sucedería si alguien irresponsablemente decidiera 'devolverlos a la vida', por ejemplo, mediante el uso de métodos recientes de edición de genes para crear un híbrido humano-neandertal. Espero que eso no suceda, ya que sería muy poco ético, y no tenemos un buen historial en el trato a otros animales que consideramos como curiosidades.
-¿No le gustaría ver a uno en persona?
-Por supuesto que me encantaría, pero preferiría que se descubriera una momia congelada. Podría suceder algún día; piense en los lobos y leones de las cavernas hallados en Siberia recientemente.