Hallan en Israel una nueva especie humana desconocida
Los científicos creen que se trata de la llamada 'población desaparecida' o 'población X', neandertales antiguos que se mezclaron con Homo sapiens hace más de 200.000 años

Una nueva especie humana prehistórica se acaba de añadir a las que ya se conocían. Ha sido hallada en Israel y sus descubridores, dirigidos por expertos de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad Hebrea de Jerusalén, la han bautizado como Homo ... Nesher Ramla . Vivió hace entre 470.000 y 120.000 años y, según explican los investigadores en dos artículos recién publicados en 'Science' ( aquí y aquí ) sus rasgos físicos constituyen una mezcla entre los de los neandertales (especialmente los dientes y la mandíbula) y las de los humanos arcaicos (el esqueleto).
Al mismo tiempo, esta nueva especie es muy diferente de nosotros, los humanos modernos. De hecho, su estructura craneal es totalmente distinta a la nuestra, sin mentón (como los neandertales) y unos dientes muy grandes. Según los investigadores, el Hombre de Nesher Ramla es ni más ni menos que la especie 'fuente' a partir de la que se desarrollaron la mayor parte de los humanos del Pleistoceno Medio . Se trata, además, de la 'especie desaparecida' que se apareó con los primeros Homo sapiens que llegaron a la región hace unos 200.000 años y que conocemos gracias a unos fósiles recuperados recientemente de la cueva de Misliya, en el norte de Israel.

Juan Luis Arsuaga , codirector de los yacimientos de Atapuerca, que participó en aquel estudio, también publicado en 'Science' en 2018, explica a ABC que «se trata de un maxilar, y determinamos que se trataba de un Homo sapiens, uno con casi 200.000 años de antigüedad, el primero encontrado fuera de África».
Dos equipos diferentes de investigadores han participado en este descubrimiento excepcional. El primero, un equipo de antropólogos de la Universidad de Tel Aviv, encabezado por el profesor Israel Hershkovitz , la doctora Hila May y doctora Rachel Sarig y del que también ha formado parte Juan Luis Arsuaga. El segundo, un equipo de arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, capitaneado por Yossi Zaidner .
En palabras de Hershkovitz, «el descubrimiento de este nuevo tipo de Homo tiene una gran importancia científica. Nos permite dar un nuevo sentido a algunos fósiles humanos encontrados anteriormente, agregar otra pieza al rompecabezas de la evolución humana y comprender las migraciones de los humanos en el viejo mundo. A pesar de que vivieron hace tanto tiempo, a finales del Pleistoceno medio (hace entre 474.000 y 130.000 años), la gente de Nesher Ramla puede contarnos una historia fascinante, que revela mucho sobre la evolución y el modo de vida de sus descendientes».
El nuevo fósil humano fue encontrado durante las excavaciones arqueológicas en un área minera cerca de la ciudad de Ramla . A unos 8 metros de profundidad , los científicos se toparon con una gran cantidad de huesos de animales (caballos, gamos y uros), mezclados con herramientas y con huesos humanos. Al estudiar su morfología, se dieron cuenta de que esos restos no podían atribuirse a ninguna antigua especie conocida. Se trataba, sin duda, de un nuevo tipo de Homo que nadie había visto hasta ahora.
Según Yossi Zaidner, el paleontólogo que descubrió los restos, «se trata de un descubrimiento extraordinario. Nunca habíamos imaginado que junto a Homo sapiens, los humanos arcaicos vagaban por la zona tan tarde en la historia de la humanidad. Los hallazgos arqueológicos asociados con fósiles humanos muestran que el Hombre de Nesher Ramla poseía tecnologías avanzadas de producción de herramientas de piedra y probablemente interactuó con los Homo sapiens locales».
El hallazgo pone en tela de juicio la hipótesis dominante de que los neandertales se originaron en Europa . «Antes de estos nuevos hallazgos –explica Hershkovitz– la mayoría de los investigadores creían que los neandertales contaban una historia europea, en la que pequeños grupos de esa especie se vieron obligados a migrar hacia el sur para escapar de los glaciares en expansión, llegando algunos de ellos a Israel hace aproximadamente 70.000 años. Los fósiles de Nesher Ramla nos hacen cuestionar esta teoría, lo que sugiere que los antepasados de los neandertales europeos vivieron en el este hace 400.000 años , migrando en repetidas ocasiones hacia el oeste, a Europa, y hacia el este, a Asia. De hecho, nuestros hallazgos implican que los famosos neandertales de Europa occidental son solo los restos de una población mucho mayor que vivía aquí, en el este, y no al revés».
La solución de un misterio
No ha sido posible extraer ADN de estos nuevos fósiles, pero a pesar de ello Hila May está convencida de que los restos de Nesher Ramla brindan la solución a un gran misterio en la evolución de los humanos: ¿Cómo llegaron los genes de Homo sapiens al ADN de los neandertales, si estos ya estaban en Europa mucho tiempo antes de la llegada de nuestra especie?
Los genetistas que estudian el ADN de los neandertales europeos habían sugerido previamente la existencia de una población similar a los neandertales a la que llamaron la 'población desaparecida' o la ' población X ', que se habría apareado con Homo sapiens hace más de 200.000 años. En uno de los artículos de 'Science', los investigadores sugieren que Homo Nesher Ramla podría representar esa población, hasta ahora inexistente en el registro de fósiles humanos.
Además, los científicos proponen que los humanos de Nesher Ramla no son los únicos de su tipo descubiertos en la región, y que algunos fósiles encontrados anteriormente en Israel, que han desconcertado a los antropólogos durante años, como los fósiles de la cueva de Tabun (de hace 160.000 años), la cueva Zuttiyeh (250.000) y la cueva Qesem (400.000) pertenecen en realidad al mismo grupo humano.
Según Rachel Sarig , que también ha participado en el primer estudio, «la gente suele pensar en paradigmas. Por eso se han hecho muchos esfuerzos para atribuir todos esos fósiles que no encajaban a grupos humanos ya conocidos, como Homo sapiens, Home erectus, Homo heidelbergensis y neandertales. Pero ahora decimos: No. Este es un grupo en sí mismo, con rasgos y características propias y distintas. En una etapa posterior, pequeños grupos de Homo Nesher Ramla emigraron a Europa, donde evolucionaron hasta convertirse en los neandertales 'clásicos' con los que estamos familiarizados, y también a Asia, donde se convirtieron en poblaciones arcaicas con características similares a las de los neandertales. Como cruce de caminos entre África, Europa y Asia, la Tierra de Israel sirvió como un crisol donde diferentes poblaciones humanas se mezclaron entre sí, para luego extenderse por el Viejo Mundo. El descubrimiento del sitio de Nesher Ramla escribe un capítulo nuevo y fascinante en la historia de la humanidad ».
Juan Luis Arsuaga, coautor de la investigación, está bastante de acuerdo con esta interpretación, aunque aclara que «los hechos no se discuten, pero las interpretaciones sí. Y yo tengo la mía, que no es incompatible con la de los israelíes, aunque creo que es más bonita».
En este sentido, el científico español subraya que en los últimos años se han producido toda una serie de hallazgos en la misma zona, entre ellos el ya citado de la cueva de Misliya, que resultan difíciles de 'encajar' con la doctrina vigente. «Tenemos este fósil (el de Misliya), en el norte de Israel y que es un Homo sapiens. Y ahora llega el hallazgo de Nesher Ramla, en el sur, que es un neandertal antiguo. Es decir, que en un espacio geográfico muy pequeño ha habido tanto sapiens como neandertales. Otros hallazgos recientes (los también ya citados de las cuevas de Tabun, Zuttiyeh y Qesem), nos permiten ahora establecer una secuencia en la que encontramos que sapiens y neandertales se fueron alternando a lo largo del tiempo en la misma región».
«¿Qué significa esto para mí? –continúa Arsuaga–. Pues que había dos mundos diferentes, uno en Eurasia y otro en África, y un pasillo que los conectaba, que es Israel. Y que tanto en ese mundo euroasiático, que era el de los neandertales, como en el africano, que era el de los sapiens, las poblaciones se desplazaban. Y que en Israel, la zona de contacto, las dos especies se fueron reemplazando varias veces la una a la otra, alternándose y probablemente coincidiendo».
Arsuaga refuerza su idea con otra publicación reciente sobre ADN de neandertales del yacimiento de la Sima de los Huesos. «Resulta que los neandertales posteriores a los de la Sima tenían un ADN mitocondrial (que solo se hereda por vía materna), que era del tipo sapiens, y un cromosoma Y (que se hereda por línea paterna), que también era del tipo sapiens. Ya dijimos entonces que tenía que haberse producido un flujo de genes desde sapiens a neandertales mucho antes de que nuestra especie saliera de África. ¿Pero cómo llegó entonces ese ADN sapiens a los neandertales? Necesariamente tuvieron que adquirirlo antes. Pues ahora, viendo todos estos vaivenes de las dos especies en Israel, pensamos que ahí podría estar la solución».
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