Un nuevo volcán nace tras la mayor erupción submarina jamás registrada

Los seísmos empezaron el 1o de mayo . Cinco días después, se registró un gran movimiento de magnitud 5,8 que sacudió Mayotte, un territorio francés situado en el archipiélago de las Comoras, entre el continente africano y Madagascar. La actividad sorprendió a los habitantes que no entendían qué era lo que estaba sacudiendo su isla. Los geólogos también estaban desconcertados. El 11 de noviembre, un estruendo de baja frecuencia -imposible que los humanos la sintieran- recorrió todo el mundo durante veinte minutos, haciendo que saltaran los sensores a casi 18.000 km de distancia. Solo un entusiasta de los terremotos descubrió la señal en los sismogramas en tiempo real del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) y la publicó en Twitter. La comunidad científica quedó estupefacta.

Una campaña científica a bordo del buque de investigación Marion Dufresne, coordinada por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, confirmó lo que provocaba los terremotos: un evento volcánico realmente singular. El equipo, dirigido por la geofísica Nathalie Feuillet, de la Universidad de París, ha descrito sus hallazgos en un nuevo artículo.

Los investigadores de la misión MAYOBS1 comenzaron a monitorear la región en febrero de 2019. Utilizaron un sonar para mapear un área de 8.600 kilómetros cuadrados en el fondo marino, donde también colocaron una red de sismómetros a 3,5 kilómetros de profundidad.

Entre el 25 de febrero y el 6 de mayo de 2019, esta red detectó 17.000 sismos a una profundidad de entre 20 y 50 kilómetros por debajo del fondo del océano. Según los investigadores, se trata de un hallazgo muy inusual, ya que la mayoría de los terremotos son mucho menos profundos. Otros 84 eventos también fueron muy inusuales, detectados a frecuencias muy bajas.

El análisis de todos los datos sismológicos, batimétricos, geodésicos y geoquímicos recopilados reveló un complejo sistema volcánico , «sin ningún ejemplo análogo conocido», enraizado muy profundamente bajo la litosfera, la capa superficial sólida de la Tierra.

Al comparar los datos batimétricos adquiridos por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada francesa (SHOM) en 2014 con los producidos por la misión MAYOBS1, los científicos estimaron que la erupción expulsó más de 5 km cúbicos de lava para formar el nuevo volcán, una cantidad impresionante. «Esta erupción es, con mucho, la erupción submarina más grande jamás documentada», aseguran. Según explican, es comparable a las erupciones observadas en los principales puntos calientes del planeta, como Hawái o Islandia, aunque no se encuentra en el mismo contexto geodinámico.

La presencia de una columna acústica y anomalías geoquímicas en la columna de agua confirmaron que la erupción estaba en marcha en la cima del volcán cuando los científicos llegaron al lugar.

Este nuevo volcán está ubicado al final de una grieta volcánica (llamada grieta de Mayotte) que se extiende al este de la isla de Mayotte en una distancia de unos 50 km. Esta grieta está compuesta por cúpulas volcánicas y coladas de lava muy bien conservadas que probablemente se formaron durante el período Cuaternario (el período geológico desde hace 2,5 millones de años hasta la actualidad). Los edificios volcánicos terrestres de miles de años en la isla de Petite-Terre en Mayotte forman parte de este sistema, y algunas de las estructuras recuerdan una antigua caldera submarina, de 8 km de diámetro, entre 5 y 10 km al este de la costa de Petite-Terre.

Los terremotos fueron mucho más profundos de lo habitual en un contexto volcánico y ocurrieron debajo del límite entre la corteza y el manto, lo que hace pensar a los científicos que existen reservorios y sistemas de drenaje muy profundos repartidos por toda la litosfera, que nunca antes se habían observado claramente en vulcanología.

Los datos geodésicos muestran el hundimiento y el desplazamiento hacia el este de la isla de Mayotte a tasas excepcionales. Los modelos indican que estas deformaciones están relacionadas con el vaciado de uno o más depósitos de magma muy profundos en el manto de la Tierra. El estudio sugiere que el embalse principal se encuentra cerca de la isla de Petite-Terre, debajo de la antigua caldera. Si es así, esta estructura de caldera sería la más profunda jamás documentada (55 km). Se supone que el magma fue drenado de este depósito principal por una vena (o dique) a un segundo depósito más superficial y luego a la superficie a lo largo de la grieta volcánica de Mayotte.

Los escenarios futuros podrían incluir un nuevo colapso de la caldera, erupciones submarinas en la ladera superior o erupciones en tierra. Grandes flujos de lava y conos en la ladera superior y en la costa de Mayotte indican que esto ha ocurrido en el pasado.