Las hembras de los pulpos arrojan todo lo que encuentran a los machos acosadores

Al llevar a cabo más grabaciones y estudiarlas cuidadosamente, los investigadores pudieron ver que los pulpos hembra arrojaban múltiples tipos de objetos. En la mayoría de los casos, este gesto solo servía para mover el material de sitio -para quitar desperdicios de comida u otros materiales sobrantes-, pero observaron que otras veces tenía un propósito distinto: querían alejar a un macho cercano ; por lo general, uno que intentaba aparearse con ella .

Los investigadores encontraron que el lanzamiento, con cualquiera de los dos propósitos, se realizaba agarrando material como rocas, limo o conchas, que mantenían con los tentáculos para luego 'soplarlo' con un chorro de agua saliente desde sus sifones . Aún así, el gesto cambiaba ligeramente en la ejecución si se trataba de un acto de 'limpieza' u otro de 'repulsión': en el primero, se llevaba a cabo con los tentáculos frontales; mientras que en el segundo utilizaban entre el primero o el segundo.

«La fuerza no sale desde los brazos, como en un lanzamiento humano, sino que estas extremidades preparan la proyección del material, que será impulsado después por el chorro. En general, el lanzamiento se ve con más frecuencia en hembras. Y, de hecho, nosotros solo hemos visto un lanzamiento de repulsión marginal en un solo macho», afirman los investigadores.

Además, en los casos premeditados, las hembras lanzaban en múltiples ocasiones los objetos ; de hecho, los investigadores llegaron a documentar hasta diez lanzamientos de una hembra a un insistente macho en un periodo de tres horas y cuarenta minutos, logrando alcanzarle cinco veces . Porque los machos también intentaban defenderse de estos ataques agachándose, si bien solo tenían éxito esquivándolos aproximadamente la mitad de las veces.

Muchos animales arrojan escombros a otros, y existen múltiples explicaciones a su comportamiento, como la defensa o la amenaza. Sin embargo, la mayoría lanza objetos a otras especies diferentes, no a la suya propia, lo que añade una nueva característica extraña a los ya de por sí raros pulpos .