Hallan un dinosaurio con los mismos «brazos» ridículos del T. rex

Investigadores del Museo Field en Chicago (EE.UU.) han descubierto en la Patagonia otro dinosaurio cuyas patas delanteras parecen haber sido reducidas y finalizan en dos dedos, aunque la especie, que vivió hace 90 millones de años, no está estrechamente relacionada con los tiranosaurios . Al igual que el rex, se trata de un terópodo, un dinosaurio de dos patas similar a las aves, pero está en una rama diferente del árbol familiar, lo que significa que las extremidades inusuales evolucionaron independientemente en lugar de resultar de un ancestro común.

La nueva criatura ha sido llamada Gualicho shinyae en honor a su descubridor, Akiko Shinya, experta en fósiles del museo, mientras que el nombre genérico menciona a un espíritu reverenciado por la gente Tehuelche de la Patagonia, por la mala suerte que el equipo tuvo durante la expedición -accidente de camioneta incluido- hasta el último día, cuando por fin se produjo el descubrimiento. Los científicos hablaban incluso de la «maldición de Gualicho».

«Gualicho es una especie de dinosaurio mosaico, que tiene características que normalmente se ven en diferentes tipos de terópodos», dice Peter Makovicky, conservador de dinosaurios en el Field, que ayudó a describir la nueva especie en la revista PLOS ONE . «Es realmente muy inusual, diferente de los otros dinosaurios carnívoros que se encuentran en la misma formación rocosa, y no encaja en ninguna categoría».

Gualicho pertenece a la familia de los Allosauridae, una rama de los dinosaurios terópodos carnívoros de medianos a grandes. El esqueleto descubierto está incompleto, pero los científicos estiman que era un depredador de tamaño mediano con un peso alrededor de 500 kilos, comparable a un oso polar. Es muy diferente de los otros dinosaurios que vivían cerca. Con todo, dicen los científicos, se ve más como un Deltadromeus, un dinosaurio carnívoro patilargo con brazos delgados hallado en África, con el que parece estar estrechamente relacionado.

A pesar de su gran tamaño, las extremidades anteriores de Gualicho eran del tamaño de las de un niño humano, y al igual que el T. rex , tenía sólo dos dígitos (pulgar e índice). El hallazgo de Gualicho no explica por qué las extremidades anteriores de los terópodos se habían reducido, pero se suma a la evidencia de que el rasgo evolucionó de forma independiente en numerosas ocasiones. «Al aprender más acerca de cómo evolucionaron estas extremidades anteriores reducidas, podemos ser capaces de averiguar por qué han evolucionado», explica Makovicky.