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Sin duda, era una bestia

El hallazgo de un mordisco en la cola de un dinosaurio herbívoro confirma que el Tiranosaurio rex era, como se sospechaba, un fiero depredador y no un mero carroñero

Sin duda, era una bestia Archivo

j. de jorge

El Tyrannosaurus rex ha sido considerado durante mucho tiempo el depredador por excelencia. La bestia del Cretácico reunía una serie de características que la convertían, aparentemente, en una máquina de matar: duplicaba su tamaño en tan solo cinco años, pesaba más de 6.000 ... kg y tenía el mordisco más poderoso de todos los animales vivientes o extintos que han pisado alguna vez la Tierra. Sin embargo, algunos investigadores han puesto en duda que este dinosaurio fuera en realidad tan fiero, y han sugerido que quizás solo se trataba de un enorme carroñero que se alimentaba de los cuerpos de otros animales muertos. Ahora, paleontólogos de la Universidad de Kansas creen tener la prueba para evitar que la leyenda del T. rex se desinfle. Un mordisco dejado en la cola de su víctima, un hadrosaurio herbívoro, demuestra que, en efecto, a nuestro protagonista le gustaba cazar y matar su propia cena.

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