Cortisol

Se conoce comúnmente como la hormona del estrés

S.B.

El cortisol, conocido comúnmente como la «hormona del estrés», es una sustancia crucial para el funcionamiento del cuerpo humano. Esta hormona es producida por las glándulas suprarrenales y juega un papel esencial en la respuesta del organismo frente a situaciones de estrés. ... Aunque el cortisol es necesario para la supervivencia, niveles crónicamente elevados pueden tener efectos negativos en la salud. A continuación destacaremos tres aspectos fundamentales del cortisol y su impacto en el cuerpo humano.

Funciones del cortisol

El cortisol desempeña diversas funciones vitales en el cuerpo. En situaciones de estrés, ya sean físicas o emocionales, el cortisol se libera para movilizar recursos y ayudar al cuerpo a enfrentar la situación. Entre sus funciones más destacadas se encuentran:

Regulación del metabolismo: El cortisol ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, asegurando que el cuerpo tenga suficiente energía para hacer frente al estrés.

Inmunidad y respuesta antiinflamatoria: El cortisol tiene un efecto inmunosupresor y antiinflamatorio, lo que puede ser beneficioso en situaciones de corto plazo. Sin embargo, niveles prolongados de cortisol pueden debilitar el sistema inmunológico.

Ayuda a la memoria: El cortisol también desempeña un papel en la formación y consolidación de la memoria, lo que puede ser útil en momentos de aprendizaje y adaptación.

Estrés crónico y cortisol

El estrés crónico es uno de los factores que pueden afectar negativamente los niveles de cortisol en el cuerpo. La exposición prolongada a situaciones estresantes puede llevar a una sobreproducción de cortisol, lo que puede tener diversos efectos negativos en la salud, incluyendo:

Problemas de sueño: Niveles elevados de cortisol pueden dificultar conciliar el sueño y mantener un patrón de descanso adecuado.

Problemas digestivos: El cortisol en exceso puede afectar la digestión y causar problemas como acidez estomacal, indigestión y cambios en el apetito.

Impacto en el estado de ánimo: El cortisol crónicamente elevado puede contribuir al desarrollo de ansiedad, depresión y cambios de humor.

Manejo del cortisol y estrategias para reducir el estrés

El manejo adecuado del cortisol y la reducción del estrés son fundamentales para mantener una buena salud. Algunas estrategias efectivas incluyen:

Ejercicio físico: La actividad física regular ayuda a reducir los niveles de cortisol y mejorar el bienestar general.

Prácticas de relajación: La meditación, el yoga y la respiración profunda son técnicas que pueden reducir el estrés y equilibrar los niveles de cortisol.

Sueño adecuado: Priorizar un sueño de calidad y establecer una rutina de descanso puede ayudar a regular los niveles de cortisol.

Apoyo social: Mantener conexiones sociales fuertes y buscar apoyo en momentos difíciles puede contribuir a la reducción del estrés.

En conclusión, el cortisol es una hormona esencial para la respuesta al estrés y el funcionamiento del cuerpo humano. Sin embargo, mantener niveles equilibrados es clave para evitar posibles efectos negativos en la salud. El autocuidado, el manejo adecuado del estrés y la búsqueda de apoyo son fundamentales para promover un bienestar óptimo.

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