Todos tenemos la capacidad de ilusionarnos y sentirnos conectados al deseo y creencia de lograr aquello que deseamos. Pero no siempre es fácil conectarnos a ella. En nuestro día a día, aparecen dificultades que nos bloquean, aflicciones emocionales que nos hacen sentir que no podemos ... afrontarlas. Y justo en estos momentos, en los que la pandemia nos recuerda más que nunca la falta de certezas sobre nuestro futuro, esta sensación puede acrecentarse haciéndonos sentir la desesperanza.
Pero también tenemos una buena noticia y es que, junto a todo, podemos seguir construyendo nuestro futuro. Y esto no es crear una falsa ilusión o expectativa, sino reconectar con la realidad presente, desde la aceptación y la conexión con nuestra fortaleza interna , con la ilusión y el motor de vida de la esperanza.
Y en la meditación podemos cultivarla, entrenarla en nuestra mente para integrarla en nosotros. Porque la desilusión y los obstáculos ya aparecen solos, construyamos la esperanza suficiente para seguir creyendo en nuestros sueños.
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