Bisexualidad

Negar su existencia, considerarlo una fase, definirlo a partir de la hetero u homosexualidad se consideran formas de bifobia. Según un estudio realizado por el profesor de neurociencia de la Universidad de Northwestern, Adam Safron, y publicado en la revista Nature en febrero de 2017 bajo el título Correlaciones neuronales de la orientación sexual en hombres heterosexuales, bisexuales y homosexuales, la bisexualidad existe y tiene una respuesta cerebral propia y distintiva antes los impulsos eróticos. Realizado solo con varones, concluye que los hombres que se habían declarado como bisexuales no mostraron diferencias significativas en sus respuestas a los estímulos masculinos y femeninos mientras que las respuestas de las personas que se habían declarado como heterosexuales o como homosexuales variaban significativamente según el tipo de estímulo.

Sigmumd Freud fue de los primeros en hablar de bisexualidad. Según es padre del psicoanálisis, todo el mundo nace bisexual y es la existencia o no del órgano sexual masculino y su atracción o no hacia éste lo que determina la orientación definitiva, por lo que lo consideraba también una fase intermedia. Sin embargo, esta afirmación ya ha sido superada y más allá de esto, la creencia de que todos somos en cierto modo bisexuales favorece la invisibilidad de este colectivo y de su realidad, restando importancia a sus necesidades específicas.

Algunas personas consideran la bisexualidad como un fetiche de personas dispuestas a ir con cualquiera por una noche de sexo. De ahí que muchas personas bisexuales se sientan auténticamente estigmatizadas y que sean muchos lo que no se muestren como tales en público pero tampoco en privado, ni siquiera con sus parejas.