Poleo menta: la infusión digestiva con siglos de tradición

Desde la antigüedad, el poleo se ha utilizado como planta medicinal, culinaria y aromática

El poleo menta ha acompañado a generaciones en la sobremesa, como un gesto sencillo de bienestar. Su aroma intenso, su sabor refrescante y su fama como digestivo natural la han convertido en una de las infusiones más populares. Sin embargo, tras su aparente simplicidad, ... esta planta encierra una larga historia y algunas precauciones importantes.

El poleo menta (Mentha pulegium) es una planta aromática perteneciente a la familia de las lamiáceas, la misma que la hierbabuena y la menta piperita. Crece de forma silvestre en zonas húmedas y soleadas del Mediterráneo, y se caracteriza por su aroma penetrante, con notas frescas y ligeramente dulces.

Desde la antigüedad, el poleo se ha utilizado como planta medicinal, culinaria y aromática. En muchas zonas rurales, su infusión ha sido el remedio tradicional para aliviar digestiones pesadas, gases o dolores de estómago, y todavía hoy sigue siendo un clásico en bares y hogares tras una comida copiosa.

Origen e historia de una planta con carácter

El uso del poleo menta se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde se valoraba por sus efectos tonificantes y digestivos. El naturalista romano Plinio el Viejo ya lo mencionaba en sus escritos por sus posibles beneficios para el sistema respiratorio y digestivo.

Durante la Edad Media, se cultivaba en huertos monásticos por su utilidad en infusiones medicinales y ungüentos aromáticos. Con el paso del tiempo, el poleo se integró plenamente en la cultura popular mediterránea, especialmente en España, donde su consumo en infusión se asoció a momentos de descanso y bienestar.

Propiedades y beneficios

El poleo menta se utiliza principalmente en forma de infusión, elaborada con sus hojas frescas o secas. Su composición incluye aceites esenciales, entre ellos el pulegón, responsable de su aroma característico y de algunas de sus propiedades.

Se le atribuyen varios beneficios tradicionales:

- Efecto digestivo: ayuda a aliviar molestias estomacales, gases o indigestiones leves.

- Acción carminativa: favorece la expulsión de gases y mejora la sensación de hinchazón abdominal.

- Propiedades expectorantes: puede ayudar a calmar la tos y descongestionar las vías respiratorias.

- Efecto relajante suave: su aroma y temperatura cálida contribuyen a reducir la tensión tras las comidas.

Precauciones y consumo responsable

Aunque el poleo menta es una planta natural, su consumo debe ser moderado. El aceite esencial de poleo contiene pulegón, una sustancia que en dosis elevadas puede resultar tóxica para el hígado y el sistema nervioso.

Por este motivo, no se recomienda el uso del aceite esencial puro ni el consumo excesivo de infusiones concentradas. Tampoco deben tomarlo mujeres embarazadas o lactantes, ni personas con enfermedades hepáticas.

Consumido de forma ocasional y en infusión suave, el poleo menta es seguro y bien tolerado, y sigue siendo una opción apreciada por su sabor intenso y su efecto reconfortante.

En la mesa y en el bienestar diario

Más allá de sus posibles beneficios, el poleo menta forma parte de la cultura del bienestar mediterráneo. Su sabor combina bien con miel, limón o anís, y su aroma actúa como un recordatorio sensorial de calma y equilibrio.

En la actualidad, se encuentra tanto en infusiones tradicionales como en mezclas con otras hierbas, como manzanilla o melisa. Su popularidad se mantiene porque ofrece una sensación inmediata de alivio y frescura, sin necesidad de artificios.

El poleo menta representa el valor de lo sencillo. Su uso ancestral y su lugar en la vida cotidiana lo convierten en un símbolo de la conexión entre naturaleza y bienestar. En una época donde la salud se asocia a la calma y la conciencia plena, esta infusión recuerda que a veces los remedios más simples siguen siendo los más eficaces.

Sabías que...

El nombre «poleo» proviene del latín puleium, que significa «repelente de pulgas», ya que se usaba antiguamente como insecticida natural.

En España, el «té de poleo menta» no es un té propiamente dicho, ya que no contiene hojas de Camellia sinensis, sino una infusión herbal.

Las abejas son especialmente atraídas por las flores del poleo, que brotan en verano y tienen un color violeta pálido.

Cómo prepararlo en casa

Infusión clásica: hervir una taza de agua, añadir una cucharadita de hojas secas de poleo menta, tapar y dejar reposar cinco minutos. Colar antes de beber.

Con toque cítrico: añadir unas gotas de limón o una rodaja de naranja para potenciar su frescura.

En mezcla digestiva: combinar con manzanilla o anís verde para reforzar su efecto calmante.

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