El FMI alerta del «alarmante» problema de competitividad de Francia

—Los expertos del FMI, dirigidos por Christine Lagarde, ex ministra francesa de Economía y Finanzas, durante la presidencia de Nicolas Sarkozy, repiten un largo rosario de advertencias de fondo:

—«Es urgente reducir el gasto público de manera proporcional» . La Comisión europea y el Tribunal de Cuentas ya advirtieron al Gobierno francés de ese problema «estructural», que François Hollande no ha deseado afrontar: ha preferido subir masivamente los impuestos para intentar contener el crecimiento de la deuda.

—«Bajar las cotizaciones patronales permitiría relanzar la competividad de Francia». Es otra carga de profundidad contra la política del gobierno Hollande, que ha preferido subir los impuestos de las empresas, provocando un larvado movimiento de protesta nacional.

—« El mercado del trabajo es víctima de “rigideces” que no favorecen la creación de empleo e incrementan la falta de competitividad internacional de la economía». Es el mismo «consejo» y «advertencia» repetido por la OCDE.

—«Es necesario ajustar el tiempo y los horarios laborales al nivel de la productividad empresarial» . Tras el lenguaje tecnocrático, se trata de otra “bomba” contra la semana laboral de 35 horas.

Los expertos del FMI denuncian, igualmente, la escasa competitividad de los servicios, y advierten contra las tentaciones gubernamentales de «repliegue nacionalista», que encarna personalmente Arnaud de Montebourg, ministro del Relanzamiento de la economía nacional.

Las advertencias del FMI contra el inmobilismo gubernamental de François Hollande caen en el peor momento, cuando se teme por la credibilidad internacional de Francia, con posibles «coletazos para la zona euro.

Hasta ahora, el gobierno francés ha seguido endeudándose a un precio excepcionalmente bajo. Y se teme que las dudas y reservas sobre la competitividad internacional terminen precipitando una subida del precio del costo de la deuda. Si Francia tuviese que pagar más caro su endeudamiento, la crisis podría tener consecuencias para toda la zona euro.