Francesco Tristano: «La música clásica se ha convertido en un juego de rol»

Antes de cumplir los veinte años, Tristano grabó las «Variaciones Goldberg» y su debut en el sello DG c onfrontó a Bach con John Cage . Ahora, ha dado un paso atrás y le ha reunido con Buxtehude en su último disco «Long Walk» , en el que hace referencia al viaje que realizó Bach a Lübeck. Aquella visita marcaría de manera importante al creador de las «Variaciones Goldberg», partitura en la que se aprecían referencias a «La Capricciosa» de Buxtehude. «Es un homenaje clarísimo por parte de Bach. Y de hecho, en la última Variación le cita directamente».

Tristano, un artista al que le gusta asomarse a nuevas formas sonoras a través de las tecnologías, subraya la modernidad de un compositor como Bach. «Lo asimilamos mucho con la tradición, sobre todo a la hora de mantener las estructuras, sin embargo fue un pionero de la tecnología y un hombre de su tiempo. Fue un campeón de la afinación, y estaba muy interesado en la fabricación y reparación de órganos. Existe cierto paralelismo con lo que sucede estos días -insiste-. En mi caso toco el piano, e intento ofrecer más facetas de su sonido con electrónica o sintetizadores. De hecho, el piano que elegimos para esta grabación es una joya tecnológica».

Mientras otros intérpretes se acercan al pasado siguiendo criterios historicista, Tristano lo hace mirando al futuro. «Lo que está claro es que en el Barroco se tocaba con instrumentos de su época y no antiguos. Ahora es difícil hacer este acercamiento, aunque -matiza- se puede decir que la música clásica es como un juego de rol, en el que se supone que tenemos que jugar a la antigua, o con instrumentos de época».

En su caso, afirma, esto resulta imposible. «Podemos seguir haciendo esto o utilizar sus elementos básicos transformándolos en el tiempo y en el espacio, dándoles una lectura nueva».

Otra de las grandes referencias para Tristano es el pianista Glenn Gould, que rompió con muchos convencionalistmos. «En el arte del piano es una figura central, única e irremplazable, que decidió dejar el escenario y meterse en el estudio de grabación . Se transformó en el primer pianista grabador de la historia. En eso yo soy muy diferente porque me encanta el escenario, y de hecho todas mis grabaciones han tenido un recorrido antes en ellos. El escenario te permite experimentar y explorar».

Con una carrera que se mueve entre varias aguas, el pianista luxemburgués, que reside en Barcelona desde hace ocho años, considera que su trayectoria está muy definida: «Me interesa la música contemporánea pero amo el barroco». Y defiende que en el año 2012 «ya no se puede seguir pensando en la pureza de la música. Un mismo material musical puede tener lecturas muy diferentes y ahí radica su belleza. Bach aunque nunca salí de Alemania conocía muy bien la obra de Vivaldi, de Haendel, el estilo francés, italiano... Y era un remezclador perfecto. Integró temas de Vivaldi en sus conciertos. Fue un visionario del copyleft . Ahora que nos enfocamos tanto en el copyright, en el Barroco era completamente diferente, algo que se está recuperando en la electrónica, donde lo que se busca es la remezcla».

Francesco Tristano también quiere reivindicar el papel del piano. «Cuando surgió era el instrumento del futuro y ahora lo asimilamos al pasado. Hay que devolverle el feeling de la modernidad». Y responsabiliza de esta situación «a las programaciones, donde se repite el mismo esquema de recital una y otra vez». Considera que la situación por la que atraviesa la música clásica, tachada de minoritaria y elitista, es culpa de todos. «La música clásica la hemos matado porque se centra en tocar compositores muertos», siguiendo siempre una misma rutina en la que no tiene cabida la sorpresa. «Para mí la mejor fórmula de sorprender al público es sorprenderme a mí mismo».

De ahí, que le guste participar en iniciativas como el Yellow Lounge, nacido hace casi una década en Hamburgo y que se ha extendido a ciudades como París, Londres o Sidney . «La idea es sacar la música clásica de su entorno y llevarla a otro con formato de club, donde no tienes la misma pretensión que cuando vas a una sala de conciertos. Es otro tipo de experiencia que te permite al mismo tiempo socializar, descansar y escuchar distintas opciones. No es una visión única de la música. En el Yellow Lounge juega un papel importante la música ambiental, servida por un Dj, y también toman parte en esta celebración otros aspectos como el Visual Art. Se puede disfruta de la música de una manera menos rígida y el público es muy variado».

Entre sus próximo proyectos se encuentra grabar «toda la obra de Bach, pero también música de mis colegas compositores», afirma.