La CNMV prorroga el veto sobre las ventas en corto para mantener a raya a los especuladores

Quienes realizan ventas en corto piden prestadas acciones de una compañía a un tercero y las venden a otros confiando en que su precio bajará. Finalizado el periodo de ese préstamo, y si su pronóstico se ha cumplido, el fondo recomprará esos títulos a un precio mucho menor. Lo que se embolsa es la diferencia.

El anterior presidente de la CNMV, Julio Segura, ante la previsión de un mes de agosto de sofoco en los mercados y presionado por las empresas más afectadas por estas prácticas, decidió prohibirlas el pasado 23 de julio , y con efecto hasta el 23 de octubre. Lo mismo había hecho en el verano de 2011, y por aquel entonces el veto se extendió hasta febrero de este año. Nada más levantarlo, los bancos y las aseguradoras del país perdieron unos 5.000 millones de euros de capitalización .

Segura venía afirmando en las últimas semanas que si se daban las condiciones necesarias —estabilidad en el mercado—, lo correcto sería levantar la prohibición. La decisión de Elvira Rodríguez viene a confirmar que esas tensiones no han desaparecido. Y los propias empresas son partidarias de mantener ese control. «Mientras los mercados no se estabilicen es mejor que se mantenga esta prohibición porque la volatilidad es muy alta» , pidió el pasado jueves la consejera delegada de Bankinter, una de las entidades financieras del país más afectadas por los inversores a corto, junto a Banco Popular y el Sabadell.

Y quizá porque prevé que esa situación no mejore durante los próximos meses, la CNMV pretende ya prorrogar esa prohibición tres meses más, hasta el 1 de febrero de 2014. Para ello, el supervisor, según informó ayer, ha iniciado ya los trámites ante el supervisor comunitario —la ESMA, por sus siglas en inglés— y el resto de autoridades europeas con competencia en esta materia. En este sentido será también decisivo lo que hagan el resto de países de la eurozona que también han vetado estas operaciones, pues estas decisiones, aunque un país puede tomar en solitario, suelen adoptarse de forma coordinada entre varios Estados.