Chamaco y el chamaquismo

Ahora, un grupo de aficionados quieren recordar su figura, todo lo que significó en aquella Barcelona de los años cincuenta la irrupción de un joven torerillo de Huelva, y han organizado un acto de homenaje a la figura de Chamaco que tendrá lugar el próximo 5 de octubre en los salones del Real Club de Polo de la Ciudad Condal. Los hijos del torero, Juan y Antonio -que siguió los pasos de su padre y se hizo matador de toros-, el cineasta Agustín Díaz Yanes y José Antonio Márquez, que dirigió el documental «Chamaco, a mi manera», el crítico Paco March y la vicepresidenta de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, Marilén Barceló, conformarán la mesa de una jornada en la que se recordará a aquel chaval que el 7 de marzo de 1954 se presentó el coso barcelonés cortando una oreja y acabó el año con veinticuatro tardes a sus espaldas y más de treinta orejas en el esportón.

El chamaquismo se convirtió en casi una confesión para miles y miles de barceloneses que llenaban la plaza cada jueves y cada domingo. Y a Chamaco le salió un competidor, el catalán Joaquin Bernadó, y la competencia entre los dos jóvenes elevó aún más la pasión.

Se recordará la tarde de la alternativa el 7 de octubre de 1957 de manos de Litri con Antonio Ordóñez de testigo, y el anuncio de sus retirada de los ruedos tras actuar en La Monumental el día del Pilar de 1961, y su vuelta a los ruedos dos años después, y el final -en Barcelona, como no podía ser en otro sitio- el 14 de septiembre de 1967. La revolución Chamaco marcó una época de gloria taurina de las muchas que ha vivido Barcelona, que ni olvida ni quiere olvidar ciento ochenta tardes de pasión .