Ofensiva contra el botellón, la prostitución y la mendicidad

La ordenanza afectará, entre otras cuestiones al botellón , la mendicidad , las apuestas ilegales , la prostitución callejera , la venta ambulante de comida, bebida u otros artículos como los que ofrecen los «manteros» o los «lateros» , al vandalismo , a la realización de necesidades fisiológicas en la vía pública y a los atentados contra la dignidad de las personas.

Otros aspectos que serán abordados serán todas las conductas que perturben la convivencia ciudadana, tales como el exceso de decibelios derivados de la música o el ruido, las actitudes vandálicas a causa del mal uso o destrozo del mobiliario urbano , el uso impropio del espacio público para juegos ilegales o apuestas y la degradación visual del entorno urbano como la suciedad .

Además, regulará también las normas básicas de conducta , el cuidado de la vía pública y todo lo relativo a la organización y autorización de actos públicos. «Se trata de refundir en una sola ordenanza de convivencia las distintas normas que existen en la ciudad, en lo relativo a todas las actuaciones que se producen en el espacio público y que son de competencia municipal. Esa es mi prioridad», precisó Botella. La alcaldesa recalcó que, para ello, se tendrá que derogar y actualizar la vigente ordenanza de Policía Urbana y Buen Gobierno de la Villa de Madrid , que data del 17 de julio de 1948.

La nueva ordenanza cívica —como ya tienen muchas capitales españolas— es un instrumento esencial para fortalecer la seguridad, dotar a la administración local de una nueva herramienta que facilite la intervención de los distintos servicios municipales en el espacio público, al tiempo que da respuesta a los nuevos usos ciudadanos de la vía pública y cubre algunos vacíos , según refleja el documento municipal.

Botella recalcó que, cualquier acción encaminada a combatir el comercio carnal en la calle sería mucho más eficaz si existiese una legislación nacional. Aprovechó, además, para destacar que todos los partidos con representación en el Consistorio coinciden en que «no se puede perseguir a la mujer o al hombre prostituido porque en un 90% de los casos no son libres».

La práctica de beber alcohol en la vía pública constituye también una preocupación constante para el Ayuntamiento. El endurecimiento de las sanciones , el pasado 15 de julio, con un mínimo de 500 euros para los menores y 600 para los mayores, y la eliminación del curso para librarse de la multa no ha servido para atajar este fenómeno. «Tenemos que hacer una reflexión seria y colectiva entre todos para poner coto al acceso al alcohol que se produce cada vez a edades más temprana y que genera alcohólicos de fin de semana», aseguró Dolores Navarro, concejal de Familia y Asuntos Sociales.