El espectacular asalto a la embajada de Irán en Londres en 1980

El 30 de abril de 1980, a las 11.30 de la mañana, los seis terroristas árabes fuertemente armados, que se autodenominaron «mártires» y opositores al régimen islámico instaurado por el ayatolá Jomeini , irrumpió por la puerta principal de la embajada iraní y secuestró a los 19 iraníes y los cuatro británicos que se encontraban dentro. Estos últimos eran dos periodistas de la BBC , el agregado de prensa de la embajada y un policía del servicio de vigilancia de las embajadas.

Las peticiones, según contaba ABC, eran claras : «La liberación de 91 prisioneros árabes encarcelados en la región de Khuzistán , al sur de Irán, y su traslado a Londres en avión. En esta capital, deberán facilitar transporte a los cautivos liberados y al comando que ocupa la sede. Según un mensaje enviado a última hora a la BBC, si no son atendidas esas demandas antes del mediodía del día 1 de mayo, volarán el edificio con los rehenes dentro».

Las negociaciones habían empezado bien, e incluso el mismo 1 de mayo los terroristas liberaron a uno de los rehenes, el periodista de la BBC, Chris Cramer , «por consideraciones humanitarias». Los siguientes días se fueron sucediendo las noticias, tales como el gobierno de Teherán rechazara negociar con los terroristas , el envió de un mensaje secreto de los rehenes a Irán o la liberación de algunos de los rehenes .

Pero cuando todo parecía ir sobre ruedas, los acontecimientos dieron un giro inesperado el 5 de mayo de aquel 1980. Los terroristas amenazaron con matar a todos los presos , uno por uno, si no atendían a sus demandas ya, y empezaron con agregado de prensa de la embajada, al que ejecutaron y luego lanzaron su cuerpo al exterior del edificio.

Fue en ese mismo instante cuando se ordenó al Servicio Aéreo Especial (SAS por sus siglas en inglés) , un grupo de operaciones especiales británico cuya intervención, a pesar del desenlace, es considerada como un modelo a seguir para las fuerzas de élite de medio mundo.

«Descargas de ametralladora, disparos de armas cortas y tres estallidos de cargas explosivas liquidaban la larga espera», contaba este periódico el 6 de mayo de 1980, bajo el epígrafe de « trágico final en la ocupación de la embajada iraní en Londres ». Al primer muerto hubo que sumar otros cinco terroristas muertos, en una operación que dejó imágenes espectaculares propias de una película.

El plan estaba claro. Ocho hombres del SAS irrumpirían en el edificio con cuerdas desde el tejado, otros cuatro lo harían por la fachada principal y reventando las ventanas, mientras otro grupo de cuatro entraría por el agujero del edificio contiguo. Para ello, utilizaron tanto bombas «flashbangs» como gases lacrimógenos.

La operación se zanjó en 17 minutos, con el resultado de 5 de los 6 terroristas muertos , y uno capturado y condenado a cadena perpetua. Ningún miembro del SAS murió, pero sí quedaron heridos tres. Tras esta operación, que pasó a la historia como «Nimrod», las relaciones entre Londres y Teherán tardaron más de una década en restablecerse por la negativa del Gobierno inglés a pagar los casi 2 millones de dólares que costaron las reparaciones de la embajada .