Correr descalzo sobre la arena requiere entre 1,6 y 2,5 veces más energía
Los músculos realizan un movimiento más mecánico debido a las «modificaciones externas»
ANA PÁEZ
Sol, arena y playa son los ingredientes que casi todo el mundo desea tener en su verano, y muchos son los que se esfuerzan durante todo el año para lucir durante estos meses un cuerpo escultural. Pero, ¿qué pasa cuando nos vamos de vacaciones y ... abandonamos el gimnasio? Las infinitas playas nos dan la solución: correr sobre la arena supone un gran entrenamiento para el desarrollo de la resistencia de pies y piernas , ya que constituye mayor esfuerzo que correr sobre una superficie dura.
Realizar este tipo de ejercicio con los pies descalzos requiere entre 1,6 y 2,5 veces más energía de la que se necesita al correr en una superficie estable. El movimiento que realizamos al levantar los pies de la arena supone que el cuerpo tenga que trabajar más, esto es debido a que entran en acción «modificaciones externas» , según explica el doctor Thierry M. Lejeune , de la Universidad de St. Luke de Bélgica , responsable del estudio realizado sobre esta práctica y que fue publicado en The Journal of Experimental Biology.
Los pies tienen que desplazar la arena, lo que conlleva que los músculos no funcionen de forma tan eficiente. «Nuestros músculos realizan un trabajo más mecánico al correr o caminar sobre la arena que en una superficie dura», asegura Lejeune. En una superficie dura, muchos corredores golpean primero con el talón, esto se altera cuando el área no es tan suave y cambiante. El talón no golpea de la misma manera el suelo, por ello el cuerpo se adapta y cede la responsabilidad del equilibrio a los pequeños músculos que se encuentran alrededor del tobillo, que se esfuerzan por mantener el pie firme. Además, al realizar la zancada, los dedos del pie se introducen en la arena, y sacarlos de nuevo hace que entren en juego « los músculos de la pantorrilla, que empiezan a trabajar más, ya que hay que levantar el dedo como si fuésemos a realizar la acción de separarlos», aclara el doctor R. Amadeus Mason, médico y profesor asistente de ortopedia y medicina familiar en la Universidad de Emory.
Principiantes
Para los que no están acostumbrados a este tipo de carreras, correr en la playa puede traer consigo efectos secundarios traducidos en dolores y molestias adicionales . Pero como todo, es cuestión de práctica. Para los principiantes se recomienda desplazarse sobre la orilla del agua, donde la superficie es algo más dura. Además, sería recomendable intercalar carreras sobre la arena con otras sobre pavimento, así los músculos no se resienten tanto.
La brisa de primera hora facilita mucho el entrenamiento y si aún así te siguen afectando las altas temperaturas, siempre puedes darte un baño para refrescarte y dar por finalizado el ejercicio.
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