El Grec capea la crisis con unos datos ajustados a las expectativas

El festival ha terminado con unas cifras modestas que la dirección mira con optimismo. «Nos situamos a tres puntos por encima de la ocupación media de espectáculos de este año en la ciudad, alcanzando un 54%», señala Ramón Simó, director del Grec, que considera un éxito de asistencia el balance final.

Reconoce que las noticias como el rescate a los bancos y la subida del IVA para los espectáculos hasta el 21% no han ayudado, pero piensa que han esquivado la crisis y no culpa a los recortes de la disminución en las ventas. «El público se ha alejado de la taquilla hace tiempo porque prefiere gastarse el poco dinero que le queda en restaurantes, debemos trabajar para cambiar sus prioridades», asegura Simó.

El nuevo modelo del Grec Festival se ha basado en una reducción en tiempo y espacio, concentrando toda su programación en el mes de julio y sus representaciones en los alrededores de Montjuïc, por lo que el número de funciones se ha visto disminuido. «La afluencia de público no depende del número de espectáculos, que hemos tenido más que el año pasado, sino de funciones, por lo que no ha podido asistir mucha gente», comenta Simó.

Este año, además, ha contado con muchas actividades gratuitas o a bajo coste, con la intención de acercarse al público, como talleres de circo o algunos conciertos. «El año que viene tenemos que insistir más en el programa familiar, en las obras para todos los públicos, así como en la implantación del circo dentro del festival», afirma Simó.

Una vez finalizado el Grec, han destacado más los aspectos positivos, como la potenciación de coproducciones con compañías extranjeras, que les ha acercado más al planteamiento de los festivales europeos. Sobre los negativos, tanto el Ayuntamiento como la dirección esperan contar con más meses en su próxima edición para pulir los errores.