ávila
Una ventana al convento de clausura
Una exposición muestra por primera vez la vida cotidiana de las Madres de San José, cuyo convento cumple 450 años
ical
Son las discretas protagonistas de un aniversario considerado el preludio del gran acontecimiento que vivirá Ávila en el año 2015. Mencionadas constantemente en cada acto organizado con motivo de los 450 años de la fundación de su casa, las Madres del Convento de San José ( ... Ávila) consiguen estar presentes en la efeméride sin que se vea su rostro o se oiga su voz. Su vida, la que discurre tras los muros de este monasterio, acostumbra a pasar desapercibida para cualquiera que camine por sus alrededores y sólo los más atentos se percatarán de los únicos sonidos que rompen el silencio en su interior: el de los timbres y las campanas mediante los que se comunican.
Hasta que Rafael Delgado cruzó la puerta de este universo , intrigante para cualquiera, desconocido para casi todos e incomprensible para no pocos, transcurrieron muchas conversaciones en las que se fue perfilando cómo materializar la idea de mostrar al mundo la vida de estas religiosas. Uno de los comisarios de la exposición, Juan José Barcenilla, relata a Ical ese proceso previo mediante el que se ha ido fraguando la confianza que ha hecho posible fotografiar rincones inéditos de este lugar y a sus moradoras.
La excusa para elaborar una muestra en la que el protagonismo residiera en las que modestamente lo ostentan no podía ser mejor pues se cumplen 450 años desde que Teresa de Cepeda y Ahumada fundara el Convento de San José . Además, este aniversario anuncia otro aún de mayores dimensiones: el quinto centenario del nacimiento de la Santa que tendrá lugar en 2015 y para el que ya se va allanando el camino.
En esta casa residieron durante los primeros años tan sólo cuatro hermanas que convivían en una sola habitación. Poco a poco Teresa de Jesús fue consiguiendo pequeñas casas que unidas conforman lo que hoy es San José: una comunidad formada por 19 monjas , muchas de las cuales son sorprendentemente jóvenes, tal y como confiesan los que han podido caminar por su interior.
El autor de las fotografías, Rafael Delgado, confiesa que asumir este trabajo ha sido todo un reto. Aunque no es la primera vez que cruzaba la puerta de un convento de clausura para inmortalizar la vida en su interior no puede ocultar el impacto que han causado en él ciertos momentos ocurridos a lo largo de las tres intensas sesiones en las que realizó más de 200 fotografías de las cuales ahora se exponen 28 . La muestra podrá verse hasta el 3 de septiembre en el Palacio de los Verdugo .
Este profesional ha huido en este trabajo de la luz artificial, salvo en momentos muy puntuales, y del tratamiento posterior de la imagen ya que se declara un «purista, más aún en este caso» . Para ello ha tenido como aliado al sol espléndido que lucía la mañana de febrero en la que, por ejemplo, fotografió la celda de Santa Teresa donde le llamó la atención el roto de la ventana por el que se colaba un haz de luz capaz de iluminar la estancia.
Otra perspectiva de esta celda es la que descubre la bula en la que el Papa autorizaba la apertura del convento de San José. Bajo esta fotografía, reza una frase del Libro de la Vida que escribió la Santa y que recita emocionada Sonsoles Sánchez Reyes, también comisaria de la exposición y teniente alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Ávila. «Si le parece romper lo demás que aquí va escrito, lo que toca a este monasterio, vuestra merced lo guarde» lee en voz alta Sánchez Reyes mientras explica que son las palabras de Teresa de Jesús cuando entregó al confesor el Libro de la Vida.
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