«Me han quitado los viejos políticos porque yo les gano en las urnas»
El expresidente paraguayo Fernando Lugo se presenta como una víctima de los partidos tradicionales que se veían incapaces de derrotarle en las elecciones de 2013
susana oviedo
El exmandatario paraguayo Fernando Lugo, destituido el viernes 22 de junio mediante un juicio político aprobado por el Parlamento Nacional, asegura en esta entrevista cpncedida a ABC que esta maniobra se ha venido preparando desde hace tres años por los partidos tradicionales del país, acostumbrados ... a un sistema clientelista. Sin embargo, la medida se concretó ahora, entiende él, ante la proximidad de las elecciones generales del 2013, porque los liberales necesitaban más cargos para financiar sus gastos electorales con fondos del Estado. El exobispo responde en las oficinas del partido País Solidario en Asunción, donde despacha con sus ministros en una suerte de gabinete en la sombra.
-¿Por qué se llegó a la crisis que desencadenó su enjuiciamiento político y destitución por el Congreso Nacional? ¿Pudo haberse evitado ?
-Este golpe de Estado parlamentario no ocurrió de la noche a la mañana. Los documentos que existen y que están aflorando, indican que esto vino incubándose desde 2009, y creo que inclusive antes. Estaba mirando los antecedentes para ver cuál pudo haber sido la gota que llenó la copa, y que desencadenara el juicio político, y creo que fueron las próximas elecciones. Mi gobierno, mal o bien estaba basado en la ciudadanía. Rompió con un esquema clientelar de hacer política, al que estaban acostumbrados los partidos políticos tradicionales como el Colorado, el Liberal, la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (oviedistas), que no tenían militantes, sino clientes políticos que participan en las votaciones. Y eso molestó, porque realmente se acercaban las elecciones generales del 2013. Mi gobierno ha hecho cosas y tenía respaldo popular. El argumento era que si esto seguía, los partidos tradicionales no volvían en el 2013. Entonces se unieron desde el Congreso, creo que por primer vez en la historia, para un objetivo común. Cuando «ya todo está cocinado», como decimos aquí, era muy difícil volver hacia atrás y evitar lo que pasó.
-¿En su reflexión de los hechos halló algún otro elemento que haya contribuido a su seperación del cargo?
-Sí, hay otro ingrediente. ¿Cómo Fernando Lugo pudo haber evitado el juicio? Pues haciendo acuerdos y pactos con los partidos políticos tradicionales. Significa dar puestos, ceder cargos. El precio iba a ser muy alto. Con todo eso, mi gobierno no tuvo nada en contra de los partidos políticos. Es más, durante este gobierno es donde más se oxigenó económicamente a los partidos. Han recibido millones de dólares para financiarse. Por eso, creo que el motivo principal del juicio político, que no apareció en el libelo acusatorio, es meramente el retorno al poder de los partidos tradicionales. Volver a través de las elecciones les iba a resultar muy difícil en el 2013. El Partido Liberal lo hace después de 70 años, a través de un golpe de estado parlamentario.
-¿Por qué no accedió a la solicitud que le hizo el Partido Liberal de cambiar al ministro del Interior colorado y al comandante de la Policía, que nombró tras el mortal enfrentamiento entre campesinos y policías?
-Eso es solo una justificación. El pacto ya estaba hecho. El pacto libero-oviedista (seguidores del ex general Lino César Oviedo) no es reciente y se ve ahora en la conformación de la mesa directiva (del Congreso) y en la elección del vicepresidente Óscar Denis. Un pacto que ninguna salud democrática puede dar al pueblo, está con una agenda que llevará por delante a tambor batiente. Hay que ver cómo reacciona la resistencia ciudadana ante estos hechos antidemocráticos, que casi vistieron de luto la democracia paraguaya y de la región.
-Otro detonante de esta crisis es el conflicto campesino ¿Por qué no tomó medidas preventivas para evitar la violencia en el campo?
-El conflicto campesino no nació con el gobierno de Fernando Lugo. Nos encontramos en 2008 con 189 ocupaciones ilegales y, mediante un protocolo, se han hecho desalojos pacíficos, dialogados, consensuados. La semana pasada, aún en el Gobierno, había 50 ocupaciones. Es decir, desalojos se han hecho. El argumento de la matanza en Curuguaty del 15 de junio en que murieron 11 campesinos y 6 policías en una finca rural tomada por «sintierras» es inaceptable, como lo es la pérdida de una vida humana desde todo punto de vista. Por eso creo que lo que pasó en Curuguaty y lo del ministro del Interior demuestran perfectamente que solo hubo un interés clientelar del PLRA. Los liberales no pidieron más seguridad, ni que se organice mejor la Policía. Pidieron que se cambie una persona, para poner en su lugar a uno de los suyos. Entonces, hay que ser claros, no han tenido ningún argumento para el juicio político, más que el interés de ocupar cargos y repartirse «la tarta» del Estado. Yo nunca compartí eso, y también creo que he consentido bastante a los partidos.
-Algunos dicen que usted dio la espalda a su principal soporte político, que era el PLRA...
-Sin embargo, el partido liberal tenía cuatro ministerios. El ministerio de Hacienda era neutro, pero en el equipo económico estaban dos liberales; el ministro de Agricultura, el de Industria y Comercio y el de Justicia y Trabajo. ¿De qué espacios hablan? Seamos claros, espacios donde pudieran recaudar para las elecciones. Ahí sí posiblemente les puse mano dura, porque yo creo que el Estado no es para recaudar y financiar las campañas políticas.
-El día de su destitución, ¿es cierto que a usted le acercaron una orden para que autorizara la salida a las calles de las Fuerzas Armadas por petición del canciller venezolano Nicolás Maduro?
-No. Ni recibí ni rompí. Aquellos que sostienen eso que me enseñen la nota. Que lo muestre el comandante, que me la muestre el canciller si la vio. Es más, con mucha fantasía hasta dicen que el canciller (Maduro) recorrió cuarteles. Hay mucha irresponsabilidad también de la nueva ministra de Defensa (María Liz García) para sostener esto. Fernando Lugo siempre acepta los argumentos sólidos, racionales. Si a mí me presentan argumentos, pruebas, voy a aceptar. Mientras, no podemos aceptar argumentos traídos por los pelos, como fueron los de la destitución del presidente constitucional.
-¿Cuál es su futuro ahora? ¿Es cierto que estudia la posibilidad de volver a presentarse para la Presidencia el próximo año?
-Lo primero que queremos es que se restituya el orden democrático institucional del país. Eso se consigue solamente con el retorno de Fernando Lugo a la Presidencia de la República. Creo que ese es el primer objetivo, tanto desde el punto de vista jurídico como desde el punto de vista político. Después veremos si se abren nuevos espacios para la participación política, Fernando Lugo seguramente lo va a considerar. Había confirmado que el 16 de agosto de 2013, tras entregar el poder un día antes, iría tranquilamente a los «cuarteles de invierno», para dedicarse a la docencia, a la vida normal de un ciudadano. Pero con este hecho que realmente nos envuelve en la vergüenza internacional, Fernando Lugo está repensando en su vida futura.
-Los presidentes del Mercosur y Unasur repudiaron enérgicamente su destitución ¿Cómo analiza las sanciones?
-Con la ruptura del orden democrático en Paraguay no ha perdido sólo el país; ha perdido la región. Cuando nos reuníamos, siempre estábamos tan contentos los presidentes de Unasur y del Mercosur, que fuimos elegidos democráticamente. Hoy, con lo ocurrido en nuestro país, se rompió el proceso democrático en la región.
Noticias relacionadas
- Mercosur suspende a Paraguay hasta que celebre nuevas elecciones
- Lugo prevé acudir la justicia internacional, pero ve «muy difícil» volver a gobernar
- El nuevo presidente paraguayo releva a los jefes del Ejército de Tierra y de la Armada
- Margallo cita al embajador de Paraguay para que le explique la destitución de Lugo
- Lugo forma en Paraguay un «Gobierno en la sombra»
- Lugo moviliza a los suyos contra el Gobierno «ilegítimo» de Paraguay
- Lugo, el exobispo izquierdista
- El presidente Lugo denuncia que se enfrenta a un «golpe de Estado exprés» en Paraguay
- El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, reconoce la paternidad de un segundo hijo nacido cuando aún era obispo
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete