Desciende la mortalidad de la tortuga boba en Cabo Verde
Las playas de la isla de Boavista albergan la segunda población de tortuga caretta más importante del Atlántico y la tercera del mundo después de Florida y Omán
NATURAL
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha confirmado la mejoría en la evolución de la tortuga boba (Caretta caretta), especie en peligro de extinción, en Cabo Verde.
«Censos intensivos de toda la isla de Boavista durante cinco años demuestran que ... sus playas albergan la segunda población de tortuga caretta más importante del Atlántico y la tercera del mundo después de Florida y Omán. La densidad de nidos de algunas playas es excepcional. Y al final de la temporada se pueden encontrar más de 4.000 por kilómetro lineal», explica Adolfo Marco, de la Estación Biológica de Doñana .
El proyecto ha contado con la colaboración de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la ONG caboverdiana Cabo Verde Natura 2000 y la Fundación Biodiversidad , dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente .
En menos de 70 kilómetros de playa anidan una media de 3.700 hembras adultas Caretta caretta, que realizan unos 15.000 nidos cada año. Tal cantidad, apunta Marco, favorece el seguimiento y la protección de las tortugas, y supone una gran oportunidad para el desarrollo de un ecoturismo responsable en Cabo Verde. Sin embargo, pone de manifiesto «la fragilidad de la colonia reproductora ante cualquier circunstancia».
Caza, depredación y cambio climático
La tradicional caza y consumo de carne de tortuga entre la población local de Cabo Verde constituye uno de los riesgos de conservación a los que se enfrentan las caretta.
En 2007 se cazaron más de 1.200 hembras en las playas de Boavista: más del 36% de las hembras reproductoras de esa temporada, «una tasa insostenible que podría provocar su extinción en el Atlántico oriental», asegura Marco.
La inundación de las playas relacionada con la elevación del nivel del mar y el calentamiento del clima, la depredación por parte de cangrejos fantasma o la muerte de huevos causada por hongos patógenos son otras amenazas.
El estudio del CSIC constata el descenso de la actividad furtiva en el área. «En 2011 sólo se cazaron 55 tortugas en toda Boavista. Y estamos trabajando activamente para reducir la muerte de huevos en la playa mediante el traslado de nidos a zonas seguras donde la supervivencia es mucho más alta», concluye el investigador.
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