117 primates: escaparon de los furtivos y ahora, te esperan en Congo

La Fundación Biodiversidad , dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente , se ha sumado a la iniciativa de la organización española, que trata, además, de potenciar el ecoturismo en los alrededores del Parque Nacional Kahuzi-Biega (PNKB).

El santuario de Lwiro, gestionado por la veterinaria Carmen Vidal y treinta cuidadores, acoge a 52 chimpancés , 14 babuinos y 51 monos de diferentes especies.

«En estos momentos estamos introduciendo a casi la totalidad de los chimpancés en el nuevo recinto exterior -tres hectáreas de bosque con el perímetro electrificado-, paso previo a su devolución al medio natural», comenta Vidal.

Vidal y su equipo realizan un censo de la flora y fauna que se da en el área elegida para la liberación de los primates. Se cercioran de que existe comida suficiente y de que no hay otros grupos animales y/o humanos que supongan una amenaza.

Durante la fase de semilibertad también comprueban si los ejemplares portan enfermedades dañinas para otros individuos y les enseñan, por ejemplo, cómo construir nidos para pasar la noche o qué plantas poseen propiedades curativas.

«Los primates alojados en el centro fueron separados de sus madres y familias de crías. No saben cómo moverse en la selva, cómo evitar los peligros. Ni siquiera sienten la necesidad de esconderse de los humanos, un requisito, desgraciadamente, indispensable para su superviviencia», subraya la veterinaria.

Las 600.000 hectáreas del Kauzi-Biega, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980, sirven de hogar a 10.000 especies vegetales (24 de ellas, endémicas) y un sinfín de variedades faunísticas: 136 taxones de mamíferos ; 335, de aves ; 44, de reptiles y 30, de anfibios . Asimismo, constituye el único refugio conocido para el Gorilla gorilla graueri, del que quedan 1.500 individuos en estado salvaje.

La mayoría de circuitos organizados por los touroperadores transcurren por los alrededores de Lwiro, muy bien situado: a cuatro kilómetros de una de las entradas al PNKB y a dos horas de Burundi . Quienes contraten el viaje pueden contemplar gorilas, volcanes o cascadas dentro y fuera del parque, por un lado. Y pensarse si visitar la vecina Ruanda, incluso Uganda, por el otro.

El programa de turismo educativo que promueven Coopera ONGD y la FB contempla siete paradas obligatorias para los visitantes; desde un laboratorio de herpetología hasta una biblioteca, pasando por una «Sala de Arte».

«El “Aula de Biodiversidad” (o Museo de Ciencia Natural –CRSN, por sus siglas en inglés-) data de la época de la colonizacion belga (años 40-60) y repasa la historia de los siete siete parques nacionales con que cuenta la R.D.C.. Se pueden observar esqueletos de toda clase de animales, pero destaca el de un gorila de Casimir que se ha convertido en un emblema en esta zona (fue abatido por los traficantes)».

«El “Jardín Botánico” (3 ha) se encuentra dentro del CRSN y reúne una colección de mil ejemplares de 65 especies diferentes. Ahora nos encontramos reforestando dos hectareas más con árboles autóctonos», prosigue Vidal.

Hospedarse en la «Guest House» , a escasos metros del Museo y del Jardín, cuesta 20 dólares/noche (incluye desayuno).

«Dada la inmensa riqueza natural de la República Democrática del Congo, el país será, sin duda, uno de los destinos mundiales más demandados por los amantes de la naturaleza en el futuro», concluye la primatóloga.