«Toledo está de moda y el Corpus demuestra nuestro pulso vital»

—Aquí en Toledo usted dice que se ha hecho de la necesidad virtud. ¿Sigue pensando igual?

—Es que el Corpus es un ejemplo de eso mismo. Este año, a pesar de las tremendas dificultades que estamos teniendo, hemos arreglado más de 100 objetos y adornos para el Corpus, entre ellos, por cierto, el vestido de un elemento tan querido por los toledanos como es la muñeca de Ana Bolena. Algunos dirán que nos lo podríamos haber ahorrado y hubiera sido más sencillo para nosotros, pero son actuaciones que están en la fibra sensible de los toledanos y que nos ayudan a sacar lo mejor de nosotros mismos. Pero le pondré otro ejemplo cercano como es la iluminación del Teatro de Rojas, que se ha hecho optimizando lo que ha sobrado de otras iluminaciones artísticas. Este tipo de cosas, que sigamos instalados en la acción y no en la parálisis, es lo que nos piden los ciudadanos.

—Los datos turísticos son esperanzadores. Se está rompiendo la estacionalidad .

—Efectivamente, Toledo está de moda y está rompiendo las tendencias negativas nacionales y regionales del turismo. Y no creo que sea por casualidad, sino por un gran trabajo en la estrategia turística de nuestra ciudad que empezamos hace ya cinco años. De la mano de los profesionales del sector basadas hemos incidido en dos aspectos fundamentales: la promoción y el fomento de las pernoctaciones. El primero lo estamos haciendo en el seno de las organizaciones y entidades a las pertenecemos como la Red de Juderías, el Grupo de Ciudades Patrimonio o el Convention Bureau, con campañas a nivel nacional e internacional. En las pernoctaciones, hemos renovado la iluminación artística de los principales monumentos y trabajamos en la elaboración de un programa cultural durante todo el año. Lux Greco, Noche Toledana o Encuentros en la Judería son solo un ejemplo.

—Los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un aumento del 7,5 por ciento en las pernoctaciones .

—La verdad es que los resultados saltan a la vista. Toledo está lleno durante todo el año y me llena de orgullo, porque quienes vienen nos dicen que la ciudad está impresionante. Mucho mejor conservada, más cuidada, con más oferta cultural con los museos de El Greco y del Ejército, y más infraestructuras como tres nuevas oficinas de información turística. Hemos avanzado mucho en el sector.

—Usted lleva toda la vida vinculado a esta fiesta, de niño, en su casa cerca de Alfileritos, de joven, como concejal, consejero, alcalde y esta vez también como secretario regional del PSOE...

—Estoy vinculado al Corpus como Emiliano García-Page Sánchez, como un toledano más que tiene la suerte de poder ser alcalde de sus conciudadanos. Me siento a gusto cuando noto el cariño de los ciudadanos, pese a que muchos han perdido bastante la confianza en los políticos. Y razones no les faltan.

—Cospedal también volverá a desfilar en la procesión. ¿Le ha pedido a la Junta colaboración para este Corpus?

—Todas las administraciones, en cuanto representan todas las sensibilidades de sus ciudadanos, deben apoyar sus tradiciones y fiestas. La presencia institucional en el desfile es algo simbólico pero importante para nuestra Fiesta Grande, de Interés Turístico Internacional, pero igual de simbólico es que la Junta de Comunidades este año haya retirado sus aportaciones a la Junta Pro Corpus. Yo lo siento mucho, pero nosotros seguiremos apoyando la fiesta grande de Toledo no sólo económicamente sino también engalanando y embelleciendo más aún las calles.

—Es el segundo año con una sola procesión. ¿Cómo vivió la decisión del arzobispo Braulio Rodríguez de que se volviera al Jueves tradicional?

—Fue uno de los días más alegres de mi mandato como alcalde de Toledo porque al fin logramos recuperar una tradición muy nuestra. Los toledanos estaremos siempre enormemente agradecidos a don Braulio por aquella decisión, que colmaba las expectativas de los colectivos sociales de la ciudad que habían mantenido siempre viva la llama de un Corpus Christi en jueves.

—¿Qué recomendaría al visitante durante esta fiesta tan arraigada?

—Le recomendaría que viniera con tiempo, el día antes o dos días antes incluso, para poder visitar los maravillosos patios toledanos que en estos días engalanan sus vecinos para celebrar la fiesta. Luego que participe en el espectáculo de la víspera, que es donde reside la magia en esta fiesta. Y, por supuesto, que acuda al esplendoroso espectáculo de la procesión, pero que esté muy atento a los detalles, porque el Corpus es una grandiosa fiesta, pero plagada de detalles mínimos que la hacen… pues eso, relucir más que el sol.

—No es fiesta en Madrid, ¿puede perjudicar la llegada de visitantes?

—Tengo que agradecer a la presidenta de la Comunidad de Madrid que en años pasados haya decidido marcar en rojo esta fecha. Este año no ha sido así, pero nuestro verdadero objetivo y donde debemos empujar todos es en conseguir que el Corpus Christi sea fiesta nacional. Esto no es un capricho para agradar al alcalde de Toledo, es algo que va a ser muy beneficioso para muchas ciudades con tradición en el Corpus, independientemente del signo político que la dirija.

Es fiesta regional, ¿espera que vengan muchos castellano-manchegos?

—Por su puesto, pero no sólo de Castilla-La Mancha. Estoy seguro de que muchos vecinos de Madrid y de Valencia y de Andalucía vendrán a Toledo porque el Corpus, igual que la ciudad, es Patrimonio de la Humanidad.

—¿Cómo animaría a la gente a venir a Toledo en este día tan especial?

—Si alguien tuviera sólo una mañana para conocer Toledo, no hay mejor manera de hacerlo que viniendo en el Corpus. Es la ceremonia que mejor usa el color y el calor de una ciudad y lo hace de una manera solemne.

—¿De qué proyecto está más orgulloso como alcalde?

—Es difícil elegir uno sólo, porque forman parte de un proyecto y una estrategia conjunta que se llama Toledo. De lo que realmente me siento orgulloso es de que Toledo ni para ni puede parar, pese a la crisis o cualquier otro obstáculo. Quienes nos visitan, además de poder conocer la historia de España con nuestra ciudad, pueden comprobar el pulso vital y la autoestima con la que los toledanos estamos afrontando el futuro. Me siento orgulloso de los toledanos, de nuestra gente.

—Está a punto de inaugurarse el Palacio de Congresos, ¿qué puede suponer para la ciudad?

—La apertura de esta importante infraestructura será el salto de calidad definitivo que la ciudad necesita para situarse en el primer nivel internacional de los destinos del turismo congresual. Nos ha costado y costará mucho esfuerzo a los toledanos sacar adelante esta obra, y aunque podría haber apostado por pararla, como han hecho otros con otros proyectos, asumí la responsabilidad de sacarla adelante, no sin muchos quebraderos de cabeza. Los toledanos no me eligieron para llorar o lamentarme, sino para solucionar sus problemas. Y eso es lo que estamos haciendo con imaginación, trabajo y sin bajar los brazos.

— También están pendientes algunos grandes proyectos que no terminan de llegar, como la instalación del Corte Inglés y la factoría de Coca-Cola.

—Son dos proyectos esenciales para la ciudad que no podemos dejar escapar. Estamos cerca de que en la capital de Castilla-La Mancha tengamos un centro comercial que supondrá no sólo la generación de riqueza y empleo para los toledanos, sino también completar urbanísticamente el barrio de Santa Teresa. En cuanto a Coca-Cola, su propia actividad ya generará puestos de trabajo en Toledo, pero el efecto llamada que va a producir permitirá que el Polígono industrial despegue de manera definitiva. Yo sólo espero que en ambos casos la Administración autonómica cumpla con sus compromisos y agilice la llegada de ambas compañías. Estoy seguro de que así lo hará. En cuanto hablamos de proyectos que generan cientos de puestos de trabajo, ya no hay excusas que valgan.