David Foster Wallace a precio de saldo
Las editoriales buscan fórmulas atractivas para estimular el mercado del libro electrónico en España; además de digitalizar sus títulos, empiezan a ofrecer contenidos específicos a precios reducidos
e. vasconcellos
En 2011, en España se vendieron más lectores electrónicos que libros digitales. Más porcelana que comida. Este dato refleja las peculiaridades de un mercado que no termina de despegar en nuestro país, pero que experimenta crecimientos anuales superiores al 100% en Estados Unidos. ... La segunda encuesta sobre el libro digital en España (2011) auguraba que en 2012 el 12% de la facturación de las editoriales provendría de los contenidos digitales. Error. Aún no hay datos definitivos, pero tendrá problemas para llegar al 5%.
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Las editoriales han digitalizado miles de títulos en los últimos años, los eReaders han bajado de precio , al igual que los libros tras la entrada de Amazon en escena), la tasa general de lectores de contenidos digitales ha aumentado (ronda el 60%) y el acceso y la compra es cada vez más fácil (modalidad de descarga o lectura en la nube, eliminación paulatina del DRM)... ¿Por qué los eBooks no son sexys para el público español?
Una apuesta decidida
Random House Mondadori presentó ayer su nuevo sello digital , RHM Flash, bajo el que publicará una colección de relatos de hasta 10.000 palabras. Cada eBook costará 1,49 euros , sea cual sea el autor y la extensión. «Lo que cuesta un billete de autobús», señaló David Trías, director literario de Plaza y Janés (marca del grupo).
La joya de la colección es una historia inédita de David Foster Wallace , «Esto es agua», que comparte estantería con otros nombres clásicos y contemporáneos, españoles y extranjeros. Mark Twain, Flannery O'Connor, Cesare Pavese, Alejandro Jodorowsky, Jordi Soler, Juan José Millás e Isaac Rosa, entre otros, estrenan la apuesta low cost/high quality de la casa.
«El proyecto puede no ser rentable, pero es importante que seamos los primeros»
«Ya no basta con digitalizar el contenido, tenemos que adaptar la producción editorial a los nuevas formas de lectura , cada vez más veloz y fragmentada», explicaron los editores. Por otra parte, los relatos cortos –que han bautizado como flashes – no suelen encontrarse fuera de las antologías. «La edición de poesía y relatos en España es, salvando pequeños sellos, deficitaria», señala Trías. «Muchos textos inéditos se han quedado en el fondo de un cajón, y esta es una manera de reivindicar el género» , explica. El símil es fácil: los usuarios de iTunes pueden descargarse canciones sueltas cuando no les interesa el álbum completo. No obstante, si la cosa funciona, no descartan crear otras colecciones temáticas.
Claudio López de Lamadrid, director editorial de la división literaria de RHM, admitió que el proyecto «no es rentable ni para los escritores ni para los editores», pero alguien tiene que dar el primer paso.
La firma empezó una experiencia similar en Inglaterra en noviembre del año pasado: la colección Storycuts . El grupo Penguin ha sido otro de los primeros en lanzarse a la aventura de las obras cortas en formato digital . El sello puso en marcha en diciembre The Penguin Shorts progamme en Reino Unido, una plataforma de títulos breves de temática variada por 1,99 libras (2,30 euros). ¿El mismo precio que un billete de autobús? No. «El mismo que una taza de café», declaró la editorial tras su lanzamiento.
La oferta de contenidos específicos (obras digitales nativas) y la adaptación a la cultura lectora «en movilidad» parecen ser dos de las claves de un ahora que cambia cada día. La tercera sería el precio. Y un euro con cincuenta al año (o al mes, o a la semana) no hace daño.
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