Cuidado con los «ciberladrones» de tarjetas de crédito

Esta modalidad delictiva es conocida policialmente como «carding» y consiste en obtener a través de internet las numeraciones de las tarjetas con las cuales adquieren los productos.

La red realizaba compras masivas en páginas web de cadenas de establecimientos de electrónica y de telefonía móvil . Este tipo de engaños están a la orden del día por lo que se aconseja estar en alerta.

En primer lugar, los «ciberladrones», para poder obtener del usuario sus números de tarjeta de crédito, envían un correo electrónico con un supuesto aviso bancario de una entidad que es suplantada. En el email, se adjunta un enlace para que la víctima introduzca sus datos personales, como su DNI, su número de cuenta y su número de tarjeta de crédito , incluido el número físico de seguridad de las tarjetas (CVV). Si rellena los datos, inmediatamente ya pueden realizar movimientos fraudulentos con su dinero.

Estas organizaciones cada vez cuentan con más medios técnicos y conocimientos. En esta última operación de la Guardia Civil se ha sabido que los estafadores descodificaban las contraseñas de la red wifi de sus vecinos, a través de las cuales realizaban sus operaciones, ocultándose de cualquier investigación.

La red operaba en España y en el extranjero, dejando un reguero de víctimas incluso en Rusia y América Latina . A sus integrantes, todos ellos de nacionalidad rumana, se les ha imputado la autoría de más de 270 delitos relacionados con la falsificación, revelación de secretos, estafa y pertenencia a organización criminal.

A principios de este año, la Policía advirtió sobre otra variante del «carding». El delito se diseñaba de la siguiente manera. Se envíaba un mensaje de texto al móvil que decía que «su tarjeta ha sido bloqueada ». Para activarla pedía a los usuarios que accedieran a una web falsa creada con los dominios de carcredito.net o cardvisa.es y donde se advirtía que «tenía 24 horas para realizar la operación». Está técnica, es conocida por los agentes como el «smishing» porque el funcionamiento es el mismo que el «phising», pero en lugar de mandarse el aviso al buzón de correo electrónico, es enviado al teléfono móvil mediante un mensaje SMS.