«Adriana Lecouvreur» devuelve al Liceu la pasión por los divos

Divos para una ópera que requiere cantantes excelsos y que representan a gentes de teatro. “El personaje me ha permitido ver lo que somos nosotros mismos en un escenario: esto es teatro en el teatro”, explica en rueda de prensa Barbara Fritolli, la soprano encargada de dar vida al fascinante personaje de Adriana en el estreno del lunes, rol que debuta en Barcelona y en el que se alternará con una experta en el estilo y en el personaje como es Daniela Dessì, y con un valor en alza de la ópera internacional como es Micaela Carosi, quien defenderá las funciones populares. Para Fritolli se trata de una ópera sobre el teatro, “pero inmersa en un mundo de pasiones y de política”.

El tenor francés Roberto Alagna, uno de los favoritos del público barcelonés, apunta que el papel que le toca encarnar, el de Maurizio, “es bellísimo y me sabe mal que se trate de una ópera tan poco conocida, porque es muy hermosa”, subrayando, además, la belleza del montaje de McVicar: “El teatrino que aparece en la escenografía es bellísimo, tanto que me encantaría usarlo para cantar ‘Pagliacci’. Además el montaje dibuja muy bien a los personajes, son muy modernos y actuales, aunque en un entorno tradicional ”.

Alagna se alternará en el papel con Fabio Armiliato, el tenor que protagoniza la última película de Woody Allen, “A Roma con amor”, ya estrenada en Italia, mientras que el uruguayo Carlo Ventre defenderá las funciones populares.

Veterana en el papel de la Principessa de Bouillon, la mezzo estadounidense Dolora Zajick es otro de los intérpretes más admirados por el público local, quien explica que “Adriana” es una obra muy atractiva “porque está llena de contrastes, tanto en la historia como en la trama, algo que también se ve en esta producción, en las voces y en los colores orquestales”.