Como a Joaquín Sabina, a Malena Costa le van «las rayas canallas de los colchones». O al menos ahora. La modelo ha cambiado, como si se tratase de un fichaje hecho por un presidente de un club de fútbol, a un jugador por ... otro.
Superada su ruptura con Carles Puyol, con quien mantuvo un noviazgo de un año y con quien, según una broma de Gerard Piqué, se iba a casar, a la mallorquina le vuelve a sonreír el amor . Según ella, se puede decir que «estoy enamorada» . Y el afortunado no es otro que Mario Suárez, el centrocampista del Atlético de Madrid.
Y nosotros que nos alegramos, porque Malena es todo dulzura y sonrisa. Quizás por eso, lo que no soporta de un hombre es «que sean bordes o que estén amargados. A mí me gusta la alegría. En el momento que alguien está serio ya me pregunto qué le pasa. Me gusta que tengan sentido del humor».
De momento Mario debe de hacer que no se le borre la felicidad de la cara. « Por ahora me gusta todo de él . Al principio gusta todo, luego cuando vas conociendo a la persona son todo defectos, pero por el momento estoy encantada. Estoy en una nube».
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