De Guindos y Montoro «vuelven a casa» para intentar reconducir la economía

Ayer De Guindos y Montoro volvieron a casa. En el traspaso de poderes de ambos ministros, muchos rostros conocidos de los equipos económicos de José María Aznar. «Parece “un revival”», era la frase más comentada entre muchos de los que ocuparon altos cargos entre 1996 y 2004. Eso sí, en el traspaso de Luis de Guindos estaban sobre todo «los ratistas»: algunos de los jefes de gabinete del que fuera vicepresidente, como Jaime Pérez Renovales, o Miguel Ángel Sánchez, ex altos cargos del Ministerio, como Miguel Crespo, o ex secretarios de Estado, como Juan José Güemes. Y en el de Montoro, prácticamente el que fuera su equipo al completo: Elvira Rodríguez, Ricardo Martínez Rico, Salvador Ruiz Gallud, y alguno también de Rato, como José Folgado o José Manuel Fernández Norniella. Es más que probable que entre ellos esté el elegido para ocupar una de las seis secretarías de Estado, tres en Economía y tres en Hacienda, que se han creado en el nuevo organigrama gubernamental. El gran ausente, eso sí, fue el presidente de Bankia, que estaba de viaje.

El flamante titular de Economía y Competitividad, que recibió el testigo de manos de tres ministros, Elena Salgado, Miguel Sebastián y Cristina Garmendia, se comprometió a volver a los niveles de crecimiento, generación de empleo y prosperidad «que nunca debimos haber dejado» en España, aunque reconoció la dureza del momento. «Vivimos momentos difíciles, y crisis múltiples —internacional, en España, en el euro—, pero hay un elemento básico que me da tranquilidad, y es que este país en momentos difíciles siempre ha tomado las decisiones correctas», dijo ante una nutrida audiencia, entre la que se encontraba el presidente de la patronal, Juan Rosell; el de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín; el de la patronal de las grandes constructoras, David Taguas, y algunos empresarios, como el presidente de Endesa, Borja Prado.

Tras recibir la cartera, De Guindos también tuvo palabras de agradecimiento y reconocimiento para el equipo saliente, de quien dijo, «siempre han estado a la altura», y reconoció que a Salgado «le ha tocado bailar con la más fea».

Luis de Guindos asumirá parte de las competencias de la vicepresidencia económica, todas las referidas a Economía, pero también el área de Comercio, que ahora estaba en manos de Industria, y la I+D+i, que hasta ahora pertenecía al Ministerio de Ciencia e Innovación. Y aunque el traspaso de poderes se produjo en la Calle de Alcalá, De Guindos tendrá su despacho en la sede del Ministerio de Economía en Cuzco.

La mayoría de los asistentes al traspaso de Luis De Guindos se trasladaron después al Paseo de la Castellana, a la sede de Administraciones Públicas, para arropar a Montoro, que recibió dos maletines, el de Hacienda, de manos de Salgado, y el de Administraciones Públicas, que le entregó Manuel Chaves.

En su intervención, el nuevo ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, que tendrá su despacho en la calle de Alcalá, apuntó que trabajará «para que España salga pronto de la crisis». Señaló que hay que ponerse a trabajar «ya, porque el tiempo se echa encima» y aseveró que la crisis económica acabará pronto con el esfuerzo de todos. Recalcó que no será ministro para «hacer recortes, sino para hacer reformas», como la del Estado, «necesaria para crecer», al tiempo que elogió la labor de los funcionarios, que calificó de «vital».

La labor de Guindos y Montoro pasa ahora por reactivar una economía al borde de la recesión, culminar la reestructuración del sector bancario y hacer los ajustes y reformas necesarias para sanear las cuentas públicas e impulsar a la vez el crecimiento y el empleo.

No habrá vicepresidencia económica, lo que a Elena Salgado —según comentó en privado— le parece que puede provocar algún que otro problema, aunque les deseó todo lo mejor, «por la cuenta que nos tiene a todos». Y para la posible oficina económica se apunta Álvaro Nadal, aunque éste decía ayer que no había recibido la llamada de Rajoy y que ni siquiera sabía si se mantendrá esa oficina. Todavía quedan muchas incógnitas que aclarar.