¿Cómo afecta el cambio climático a los Parques Nacionales?
Un proyecto pionero tomará, almacenará y procesará datos del clima, aire y agua en Sierra Nevada, Teide, Cabrera y Picos de Europa hasta 2015 para tratar de gestionar los efectos del cambio global
RUTH PILAR ESPINOSA
La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), cuya plaga afectaba, sobre todo, al pino negro, ha pasado a alimentarse también de las acículas del pino silvestre durante el último lustro. Y mientras la oruga gana terreno, el gorrión alpino (Montifringilla nivalis) pierde parte del suyo, tal ... y como explicó la directora del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN). «Un aumento de la temperatura de tres grados concentraría a los individuos de esta especie en cotas de 1.800 y 2.300 metros, una cifra que supondría la décima parte de los hábitats que, en la actualidad, albergan a esta ave», recalcó Olga Baniandrés cuando presentó los primeros resultados del proyecto «Seguimiento del Cambio Global en Parques Nacionales».
El acto, que presidió la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, hace unos días, contó con la presencia de los representantes de las distintas entidades involucradas en el programa: el OAPN, la Fundación Biodiversidad , dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Ferrovial-Agromán, la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
«Seguimiento del Cambio Global en Parques Nacionales» comenzó en 2008 con el objetivo de desarrollar un sistema de evaluación de los impactos que se pueden generar en los ecosistemas presentes en los Parques Nacionales españoles como consecuencia del cambio global. La tarea se realiza gracias a la toma de apuntes de clima, calidad del aire y agua «in situ» disponibles en la página web creada ad hoc . Una útil herramienta al alcance de los investigadores y de cualquier usuario inquieto.
La directora de la Fundación Biodiversidad, Ana Leiva, y Juan Elizaga, director de Relaciones Institucionales de Ferrovial, además, aprovecharon la ocasión para rubricar la continuación del convenio colaborador hasta 2015.
Ecosistemas mediterráneos
Diecinueve estaciones meteorológicas, así como una boya oceanográfica, cumplen con los requisitos impuestos desde la Red Mundial de Observación Climatológica (GCOS, por sus siglas en inglés) en lo que a la compilación de parámetros se refiere. La temperatura y humedad del aire , la precipitación , la velocidad y dirección del viento , la radiación solar global y ultravioleta, la presión atmosférica , la altura de nieve o la temperatura del suelo, entre otros, se captan a través de sensores y fotómetros de máxima precisión, se graban mediante un ordenador y se transmiten vía GSM (Sistema Global para las comunicaciones Móviles) o satélite.
Ocho de las estaciones se encuentran en el Parque Nacional de Sierra Nevada (Andalucía), que representa los sistemas naturales de media y alta montaña mediterránea. El Parque Nacional de Los Picos de Europa (Cordillera Cantábrica), uno de los símbolos más reconocibles de los ecosistemas ligados al bosque atlántico, cuenta con el mismo número de ellas. Las tres restantes se concentran en Canarias y Baleares: dos en el Parque Nacional del Teide (alta montaña) y una en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera (ejemplo de espacio mediterráneo insular no alterado), que acoge, también, la boya oceanográfica.
Las mediciones efectuadas hasta ahora parecen coincidir con los modelos previstos para España en materia de cambio climático: determinados grupos taxonómicos de montaña que se desplazan a altitudes cada vez más elevadas; especímenes invasores que avanzan a costa de los autóctonos, como le está ocurriendo a la Posidonia en Cabrera; una «mediterranización» del norte del país ; la «aridización» del sur de la península o la mayor profusión de ataques de parásitos, como el que sufre la planta de la Bencomia (en peligro de extinción) en el Teide.
Reservorios de biodiversidad
«Seguimiento del Cambio Global en Parques Nacionales» incorpora, además de la información proporcionada por las estaciones meteorológicas, una serie histórica de datos cartográficos, de monitoreo de aves o del estado fitosanitario de las masas forestales . «Se podrá comparar de manera cronológica la evolución de dichos valores, lo que supone otro giro de tuerca a los requerimientos obligatorios que el Estado exige a los Parques Nacionales», sentenció Baniandrés. Desde la puesta en marcha de la acción se han podido efectuar más de treinta estudios científicos de distinta índole a nivel local y nacional. Ya está prevista, también, la incorporación de nuevos parques a la Red en un futuro próximo.
Hay catorce Parques Nacionales en España (cuya superficie total representa en torno a un uno por ciento del territorio español); grandes reservorios de biodiversidad donde el impacto humano es limitado y la legislación que los regula y protege es muy clara.
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