Comienza la temporada de caza mayor con «buenas expectativas»

Con la llegada de septiembre se abre la temporada de caza mayor propiamente dicha (sólo la cabra montés estará de veda todo el mes), un periodo que los amantes de la actividad cinegética esperan con ansia e ilusión, y más en un año con «buenas expectativas», según declara el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi.

Han pasado ya tres semanas desde que comenzara la media veda, y aunque es pronto para hacer balance parece que está siendo bastante «irregular». Así, mientras la captura de palomas ha estado «un poco floja» hasta la fecha, no está ocurriendo lo mismo con la codorniz, sobre todo en algunas zonas de las provincias de Burgos, Soria y Segovia, donde se han podido capturar hasta «quince o veinte codornices en un día», lo que ha picado el gusanillo a los muchos avezados cazadores de la Comunidad Autónoma.

Este año las licencias para esta temporada rondan las 130.000, manteniéndose en la tónica de descenso de los últimos años y que Iturmendi achaca al relevo generacional. «Esperemos que este menor interés podamos subsanarlo en un futuro en colaboración con la Junta», señala al respecto el presidente de la Federación regional de Caza. Por lo pronto, juegan con un factor a favor. Este año ya hay indicios de que la actividad venatoria puede ser buena. «La perdiz parece que ha criado bastante bien», lo que Santiago Iturmendi achaca a las buenas condiciones de su ecosistema: «Hay una gran superficie de girasol que garantiza que tanto la perdiz como la liebre puedan criar».

Respecto al corzo, los cazadores esperan que esta segunda fase en la que se levanta la veda sea mejor que la primera —pudo cazarse durante todo el mes de julio y en agosto hasta el día 5—, que no fue todo lo positiva que era de esperar si se tiene en cuenta que Castilla y León tiene el mayor potencial de esta especie «en calidad y cantidad». «A ver si se dejan ver en esta segunda fase», desea Iturmendi.

De lo que está seguro es que será una buena temporada de jabalí debido a su explosión demográfica. «Está pariendo hasta dos o tres veces al año, algo que antes era impensable», detalla el cazador, y de lo que responsabiliza al buen estado del monte, lo que advierte que no ocurre con el ecosistema de la caza menor —las tierras de labranza—, «sensiblemente mejorable». Tanto el jabalí como el lobo podrán cazarse a partir del día 21 de este mes, pero en el caso del segundo sólo en las poblaciones al norte del río Duero.

Preguntado Iturmendi sobre el requerimiento de las organizaciones agrarias para que se cambie el Plan del Lobo y que las autoridades pidan a Europa que esta especie pueda ser cazable al sur del Duero ante la explosión de su población, éste se muestra «totalmente de acuerdo», al tiempo que confía en que pueda realizarse «en breve». «El lobo es una especie emblemática y es perfectamente susceptible de aprovechar. No puede ser que los políticos tomen la decisión de permitir cazarlo y luego fallen en la forma de hacerlo», señala.

Federación y Junta colaboran desde hace años para mostrar los aspectos positivos de la caza. El año pasado publicaron el Manual de Buenas Prácticas Cinegéticas en Castilla y León, han impulsado una serie de medidas para mejorar los hábitat actuales y pronto saldrá al mercado un DVD sobre los cotos existentes en las distintas comarcas y las poblaciones con las que cuentan. Para Santiago, «es una pena» que la juventud pierda el contacto con esta «hermosa actividad», que en definitiva les enseña a disfrutar de la naturaleza. «Es una pena que muchos enarbolen la bandera de la defensa de la naturaleza y luego sólo la conocen en los reportajes de la televisión».