El socialismo francés, inquieto ante el posible regreso de Strauss-Kahn
El patriarca del Partido Socialista, Michel Rocard cierra la puerta al exdirector gerente del FMI al asegurar que está fuera de juego en el terreno político
juan pedro quiñonero
Michel Rocard ha puesto una bomba de relojería política en el corazón de la campaña de las elecciones primarias del Partido Socialista francés, declarando que Dominique Strauss-Kahn —exdirector gerente del FMI y excandidato a la presidencia de la República— «tiene una enfermedad mental que le ha impedido controlar sus pulsiones» ... , y que «políticamente, está fuera de juego».
Figura histórica, encarnación de una socialdemocracia siempre enfrentada a las tradiciones marxistas y comunistas de otras familias del socialismo francés, Rocard ha dicho lo que piensan muchos franceses en un programa de televisión a una hora de gran audiencia.
El patriarca socialista salía al paso de la «premura» con la que Strauss-Kahn había insistido en Washington, ante sus antiguos colaboradores en el FMI, en su deseo de «volver cuanto antes a Francia» . Ese deseo de «volver» inquieta profundamente a las élites socialistas, condenadas a un comportamiento esquizofrénico : pensar una cosa, decir otra y hacer una tercera.
Desde Nueva York y Washington, el exdirector gerente del FMI y su esposa han multiplicado sus llamadas a viejos amigos, fieles y amistades influyentes , dentro y fuera del PS, con un objetivo muy simple: orquestar la vuelta «triunfal» a Francia. Incluso hay prevista una gran «fiesta» de «bienvenida popular» en Sarcelles, la localidad de la periferia parisina de la que Strauss-Kahn fue alcalde.
Entre los principales candidatos a la candidatura socialista, François Hollande , Martine Aubry y Ségolène Royal , la «satisfacción» y la «alegría» son de rigor, cara a la galería. Pero los tres temen la vuelta a París de Strauss-Kahn: sus escándalos, su tren de vida de multimillonario, sus posibles declaraciones políticas o económicas, pueden causar estragos.
François Hollande
François Hollande, el socialista mejor cotizado como rival de Sarkozy, es un viejo enemigo de StraussKahn. Cuando estalló el escándalo, Hollande lanzó dentro del partido frases que los amigos del exdirigente del FMI consideraron asesinas. Hoy, Hollandese «congratula» y manifiesta su «satisfacción» por su regreso: es la mejor manera de intentar convencer a los amigos de su viejo enemigo de pasarse a su equipo, olvidar viejas batallas internas.
Martine Aubry
Strauss-Kahn y Martine Aubry habían negociado un «pacto» de no agresión, para eliminar a Hollande de la carrera presidencial. Aubry dice hoy estar «contenta» y «feliz» con la vuelta de su viejo aliado pero es consciente de que el regreso de DSK puede ser catastrófico para su propia carrera. Aubry hace campaña a la izquierda, mientras que el ex director gerente del FMI es visto por la opinión pública francesa como un socialista «ultra rico».
Ségolène Royal
Ségolène dice estar «encantada» con su vuelta pero nadie ha olvidado que él encarnaba el «rigor» económico y ella tiene un grave déficit de credibilidad en esta materia. Expareja de Hollande, Ségolène vive con un empresario muy adinerado. La vuelta de el exdirector gerente del FMI y excandidato a la presidencia de la República solo puede favorecer «comparaciones» con sus propias desventuras amorosas.
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