La histórica visita de Isabel II a Dublín sella la reconciliación anglo-irlandesa

Fue recibida con un respetuoso y protocolario apretón de manos de parte de Mary McAleese, presidenta de la República de Irlanda, en el Aras an Uachtaráin, residencia oficial de la Presidencia. Un saludo entre dos mujeres que, en su calidad de jefas de Estado, encierra el reencuentro de dos parientes distanciados por el rencor histórico. En palabras de McAleese, «es un momento extraordinario de la historia de Irlanda, una señal inmejorable del éxito del proceso de paz y sin duda alguna el momento adecuado para que demos la bienvenida en suelo irlandés a Su Majestad la Reina, jefa de Estado de nuestro vecino más próximo».

El momento de mayor solemnidad de la primera jornada de las cuatro que conforman la visita se produjo cuando Isabel II se trasladó después de almorzar en el palacio presidencial al Jardín del Recuerdo, en el centro de la capital irlandesa. El lugar fue creado en 1966 en honor a los nacionalistas irlandeses que murieron luchando contra las tropas británicas en el Levantamiento de Primavera en 1916. La Reina —descendiente directa del monarca en cuyo nombre reprimieron a los rebeldes irlandeses las tropas de Su Majestad— rindió honores a los caídos, bajó la cabeza en señal de respeto y guardó un minuto de silencio. «Menudo momento extraordinario de reconciliación histórica», afirma Mary Kenny en «The Daily Telegraph». Decenas de manifestantes convocados por un partido nacionalista protestaron ruidosamente en los aledaños, y provocaron choques con la Policía en las calles de Dublín.

La visita continuará hoy con otro momento cargado de simbolismo cuando la Reina visite Croke Park, el estadio en el que tropas británicas mataron a quemarropa a 14 asistentes a los Juegos Gaélicos en 1920. La soberana viaja acompañada, al igual que en sus otros viajes, por su secretario personal y el ministro de Exteriores, William Hague, quien destacó ayer que «seis millones de británicos tienen un familiar irlandés, mientras que el comercio de Gran Bretaña con Irlanda supera a la suma de los intercambios con China, Rusia, India y Brasil».

Aunque Irlanda obtuvo su independencia en 1922, no fue hasta la adopción de la Ley de la República de Irlanda por el Parlamento de Eire en 1948 cuando la Reina de Inglaterra dejó de tener cualquier vínculo formal con el país vecino, poniendo fin a los cuatro siglos bajo la misma Corona que inició en 1541 Enrique VIII, el primer Rey de Inglaterra en proclamarse también soberano irlandés. «¿De verdad debéis abandonar la familia?», le dijo entonces un incrédulo Jorge VI al Comisionado Irlandés.

Unos 6.000 agentes y 2.000 soldados irlandeses han sido movilizados para garantizar la seguridad en la visita de la Reina, que viaja además con una escolta de 120 agentes de Scotland Yard.

La amenaza de grupos disidentes irlandeses como el IRA Auténtico ha provocado un despliegue sin precedentes de efectivos policiales, cortes de calles e incluso prohibiciones de vuelo temporales durante los desplazamientos de la Reina por Dublín y sus alrededores.

Ayer, la Policía revisó dos paquetes sospechosos en Dublín. De madrugada, artificieros del Ejército irlandés habían desactivado mediante una explosión controlada un artefacto «viable» encontrado el lunes por la noche en un autobús en la localidad de Maynooth, al Oeste de la capital. Fuentes militareAyer, la Policía revisó dos paques atribuyeron ayer al IRA Auténtico la colocación del explosivo.