Chiíes de Bahréin denuncian la «masacre de un Estado sediento de sangre»

Como asegura a ABC Maryam al Khawaj, una de las activistas, “pese a que el Gobierno sólo reconoce tres fallecidos, nuestra organización (la Asociación de Derechos Humanos de Bahréin) tiene constancia de hasta seis muertos ”.

De igual modo, la líder opositora asegura que al menos 70 miembros de su organización continúan “en paradero desconocido”, por lo que “no pararán hasta que el monarca de Bahréin (Hamad bin Isa al-Jalifa) ceda el poder”.

Unas palabras refrendadas por el jeque Isa Qasim, el clérigo más reverenciado del país , quien -en el clásico sermón de los viernes- denunció que la decisión de atacar ayer a los manifestantes fue “una masacre” protagonizada por un Estado “sediento de sangre”.

El líder religioso -uno de los más ardientes defensores de la ortodoxia chií imperante en el vecino Irán- aseguró, además, que con este acto el Gobierno “ha cerrado cualquier puerta” a una futura negociación, así como apeló a que los manifestantes continúen sus protestas.

En las últimas horas, la Casa Blanca ha expresado su "fuerte descontento” por las tensiones crecientes en Bahréin, hogar de la Quinta Flota de la Marina de los EE.UU. y pieza central de los esfuerzos del Pentágono para hacer frente a crecientes ambiciones militares de Irán en la región.