La OTAN, incapaz de frenar la sangría de víctimas civiles en Afganistán

Los que ven la botella medio llena defienden que el 72 por ciento de esos muertos han sido víctimas de acciones de la insurgencia, según la ONU. Los que la ven medio vacía critican que los 150.000 soldados de la coalición, el mayor número desde el inicio de la invasión, son incapaces de cumplir con su primer objetivo ante el empuje talibán: proteger a la población civil .

Las normas de combate introducidas por el General Stanley McChrystal, antiguo comandante de ISAF obligado a dimitir tras criticar en la prensa la política de Barack Obama, han logrado reducir el número de civiles muertos causados por el llamado fuego amigo, un treinta por ciento menos que en el mismo período del año pasado. La reducción de los ataques aéreos ha sido la clave del descenso, según el informe del organismo internacional que censura las dos grandes operaciones de la OTAN, en Helmand y Kandahar, porque resultan «tremendamente impopulares» y «su resultado final ofrece sensación de mayor inseguridad para la ciudadanía».

Los artefactos explosivos improvisados son la mejor arma de la insurgencia en su guerra contra la OTAN y estas bombas de fabricación casera son también la principal amenaza para los civiles . Cada mes supera al anterior en el número de bajas entre las fuerzas internacionales, una filtración masiva de Wikileaks desvela la guerra sucia de Estados Unidos, Afganistán se preparara para unas elecciones parlamentarias de las que nadie espera gran cosa tras el fracaso de las generales de 2009… el clima que rodea a la misión internacional no es positivo y entre la ciudadanía afgana la falta de confianza y la sensación de inseguridad crece con el paso de las semanas.

El Gobierno de Hamid Karzai está en el punto de mira de la comunidad internacional, pero el presidente también critica a los socios extranjeros que le llevaron al poder. Su última medida anunciada consistirá en la prohibición de las empresas de seguridad privadas en el país, un negocio creciente que emplea a más de cuarenta mil personas. Ayer precisamente dos kamikazes acabaron con la vida de al menos otras dos personas en un ataque contra la sede de la compañía de seguridad británica Hart en pleno centro de la capital. Los talibanes reivindicaron el atentado.