Nieves Herrero: «Las artes marciales aportan un gran equilibrio a tu interior»

Son las once en punto de la mañana. Cuando llegamos a su casa de Arturo Soria nos recibe su actual pareja, Guillermo. A los pocos minutos aparece ella con una vitalidad abrumadora. Pronto decide ir a vestirse para la ocasión y en cosa de dos minutos, vuelve al salón. En el jardín de su bonito domicilio nos sorprende con sus conocimientos de artes marciales. No doy crédito: ella se empeña en repetir fotografías porque tiene el puño «así o asá», y nos dice que tal posición es más correcta que tal otra... Es alucinante su grado de perfeccionismo. Tanto da que sea cualquier actividad relacionada con su actividad laboral que su pasión por las artes marciales.

Le pregunto por los orígenes de esta afición, y nos deleita con sus conocimientos deportivos: «El karate surge prácticamente al acabar la carrera de Periodismo. Yo siempre he practicado mucho deporte: natación, baloncesto... Además, he estado en los equipos de la facultad. Cuando empecé a trabajar salía de madrugada y era muy miedosa. Entonces, un compañero me sugirió que hiciese defensa personal, así que empecé en karate por una cuestión de seguridad». Con el tiempo, sin embargo, descubrió que en esas artes había mucho más que un simple recurso de defensa. «En mí comenzó a nacer una gran afición porque las artes marciales aportan un gran equilibrio a tu interior y yo me sentía muy reconfortada practicándolas. Es increíble cómo aprendes a utilizar y a controlar tu cuerpo. Todo ese estrés que tenía, siendo ya muy joven, fue desapareciendo. No pienses que era una diversión, durante muchos años me lo he tomado muy en serio».

Su afición por el karate y el taekwondo hizo que sus hijas también se acercaran a las artes marciales, y hoy en día, cuando pueden, lo practican todas ellas juntas. «Con mis hijas practico, sobre todo, taekwondo. Para mí es mucho más duro que el karate. Está claro que las artes marciales necesitan un buen fondo físico, pero en el taekwondo lo utilizas todo mucho más. A mí todo ello me costó un poco. Sin embargo, como a mis hijas les divierte mucho ver a su madre haciendo deporte con ellas, me sacrifico lo que puedo. En karate he llegado a ser cinturón azul».

Durante este mes de agosto Nieves alternará el trabajo y el descanso con sus obligaciones familiares. Tampoco puede quedarse demasiado tiempo quieta. «Me iré a Huelva unos días. Tengo muchas ganas de descansar porque ha sido un año muy duro. Desde que a mi madre le dio un ictus, el pasado mes de septiembre, mi vida es otra. He tenido que organizarme de tal manera que siempre pueda estar cerca de ella en cualquier situación complicada. En estos momentos lo vamos llevando como se puede. Soy consciente de que mi madre tiene noventa años, pero para mí fue un palo muy grande porque ella estaba perfectamente hasta que le dio esto. Ahora es como una niña. Sobre todo, necesita mucho afecto. Nosotros le damos muchos besos, la rodeamos de muñecos. Asumir con profundidad todo eso para mí fue horrible».

A pesar de las circunstancias adversas, Nieves ha conseguido terminar este año la carrera de Derecho. Como sugería al comienzo del reportaje, esta mujer nunca deja de sorprendernos. Canela fina. «No sé muy bien por qué la he hecho, pero me voy a colegiar en septiembre. A mí, si te digo la verdad, me hace mucha ilusión. Es más, pienso llevar algún caso y tomármelo muy en serio. Ahora soy novata, pero puedo aprender mucho. A mí los temas de familia me encantan, así que supongo que alguien confiará en mí».

Es precisamente en este momento cuando reconoce tener muchas vocaciones, quizás demasiadas, según sus propias palabras. «Sé que es horrible tener muchas vocaciones, pero a mucha gente le pasa. A lo mejor, lo que ocurre es que tenemos distintas personalidades. Por un lado tengo un lado bohemio; por otra parte, ahora estoy más acomodada...» Cuando le pregunto si realmente está contenta con su carrera periodística, lo tiene claro: «Yo estoy contenta con mi carrera en estos momentos. A mí me encanta entrevistar, y publico todas las semanas. No me muero por salir en televisión a cualquier precio. Ahora hay un proyecto para que «las tres chicas Hermida» volvamos a la pantalla, pero si no sale no pasa nada. Mi vida está llena de muchas cosas y no echo de menos las que no tengo.»

Si le pregunto por su compañero Guillermo, Nieves es categórica: no tiene miedo. Es más, quiere que todo el mundo sepa que las cosas funcionan. «En el terreno sentimental no tengo frustraciones. Estoy muy enamorada, creo que más que nunca. Guillermo es un gran brazo en el que poder apoyarse para caminar. Es una persona especial para hacer un camino. Ha sido el gran hallazgo de mi vida. Yo solamente deseo que esté bien. Con él no tengo miedo a nada. Después de una separación me quedé con muchas responsabilidades y tensiones, pero Guillermo minimiza todos los problemas. Es un hombre que siempre puede un poco más. Él es una persona fuera de serie». No escatima elogios.

Y así es como los miedos nocturnos se difuminan en un lago de tranquilidad que antes no existía. Es como si en ella pudiésemos divisar a otra persona. «Ahora no tengo miedo al futuro. Yo soy una mujer que tiene muchos miedos nocturnos y Guillermo me hace ver todo de manera diferente. Él cree que hay que aceptar las cosas y que todo tiene un tiempo. A su lado, incluso, he perdido el miedo a la muerte; con eso te lo digo todo.»