Un italiano, primer extranjero condenado en Colombia por abuso de menores

El caso, que fue un escándalo hace un año en Colombia, es simbólico y muestra la línea que se seguirá en Cartagena de Indias, popular balneario colombiano que se ha transformado en paraíso sexual.

“En el siguiente juicio ha quedado demostrado que debe condenarse al ciudadano Paolo Pravisani por los delitos de estimulo a la prostitución, pornografía infantil y acto sexual con un menor de 14 años” expresó el magistrado.

En el juicio también se condenó a Hilda Rosa Martínez y Angélica Tovar, señaladas de ser “cómplices” de Pravisani, quien según se estableció “las contrató como empleadas domesticas”.

Yesid Torres, un joven cartagenero de 15 años, murió por una sobredosis de cocaína en febrero de 2009. Torres había sido contratado por Pravisani, un pedófilo italiano a quien proveía de servicios sexuales bajo la fachada de ayuda doméstica en el apartamento que el italiano tenía en arriendo en un exclusivo sector de la ciudad.

Un grupo de menores de edad y adultos jóvenes, entre los cuales se incluía el mejor amigo de Yesid, de 13 años, estuvo también involucrado. La principal obligación de Yesid, de acuerdo con el abogado que llevó el caso, era tomar parte en actos sexuales con otros menores de edad y jóvenes en presencia de Pravisani. El italiano contrataba a mujeres prostitutas y realizaba orgias en su apartamento.

Yesid murió el 23 de febrero de 2009 camino al hospital debido a la cocaína que había consumido en el apartamento del italiano. Estaba completamente desnudo, inconsciente. Poco tiempo después de salir la ambulancia, la policía entró y encontró una cámara fotográfica con abundante material pornográfico, Allí estaba también Pravisani rodeado de whisky, drogas, desnudo y borracho.

Pese a que durante mucho tiempo varios menores de edad entraron al apartamento de Pravisani no hubo ni un solo vecino que denunciara.

En esta última década es un secreto a voces de que Cartagena de Indias se ha convertido en paraíso sexual tipo Tailandia. Según un informe publicado el año pasado por la revista Cambio, más de 500.000 personas en Cartagena viven en condiciones de pobreza extrema. Y éste es justamente el caldo de cultivo para el sórdido negocio. “Algunas madres de estas comunidades ubican el involucramiento de niños en el comercio sexual dentro del contexto de la pobreza absoluta en que viven sus familias: el ingreso adicional que los niños traen a casa puede ser significativo, incluso crucial para el presupuesto del hogar. En algunos casos, las madres animan activamente a sus hijos a involucrarse en el comercio sexual; en otros, simplemente lo aceptan tácitamente”, cuenta el informe.

Claudia Ayola, psicóloga infantil y consejera de la alcaldesa Judith Pinedo en temas de niñez, también enfatiza en la importancia de considerar el contexto en su dimensión ampliada: “El involucramiento de menores de edad con turistas extranjeros es sólo la punta del iceberg. Existe un número significativo de turistas colombianos que vienen aquí para este propósito y también hay una gran demanda dentro de los habitantes de la ciudad”. Ayola agrega que: “estamos dirigiendo nuestros esfuerzos a promover cambios estructurales y sociales para reducir la vulnerabilidad de los niños en esta sociedad. Los turistas aquí están tomando ventaja de una situación prevalente y compleja. Nuestros esfuerzos deben estar encaminados a atacar la raíz del problema”.

Algunas organizaciones de la sociedad civil en Colombia han propuesto la introducción de normas legales que protejan más a las víctimas y el nuevo Código de la Infancia y la Adolescencia (2006) ha robustecido las sentencias legales por crímenes que involucran menores. Sin embargo, muchos sospechosos nacionales y extranjeros han sido dejados en libertad ante la falta de evidencia contundente o debido a sobornos al sistema judicial. Para contrarrestar esto, el gobierno nacional está adelantando esfuerzos orientados a proveer entrenamiento a un equipo de 43 investigadores que se especializarán en este tema a nivel nacional.