PATRIMONIO
Cultura advierte e que la Fundación Cela deberá asumir sus propias deudas
Los números rojos del ente se elevan a 400.000 euros, según declaraciones del conselleiro de Cultura
a. rodríguez
El titular de Cultura, Roberto Varela, anunció ayer que la Fundación Camilo José Cela cuenta con una capacidad más que suficiente para asumir sus propias deudas e incluso para afrontar los gastos que podrían derivarse de una posible sentencia a favor del hijo del Nobel. ... En este sentido, Varela no dudó en poner sobre la mesa datos que constantan la «capacidad total» de la institución. Un ente que, además de afrontar las deudas pendientes, podría tener que abonar un montante de 1,2 millones de euros a raíz de la denuncia presentada por el primogénito del escritor.
Para justificar sus palabras, el popular hizo público el capital del que dispone la fundación, una cifra que se aproxima a los 12 millones de euros. Dentro de este total se incluirían tanto bienes de tipo inmueble como no inmuebles. Tal sería el caso de las obras pictóricas que hasta el momento alberga la sede ubicada en Padrón y entre las que destacan pinturas de Miró y Picasso. «La fundación puede asumir esa parte que le corresponde» afirmó Varela. Además, el diplomático añadió que en ningún caso se recurrirá a los fondos públicos para solventar los problemas judiciales con el hijo de Cela. «Absolutamente no» fue la enfática respuesta de Varela a esta posible salida. «Esos 12 millones son una cantidad suficiente para hacer frente a cualquier sentencia que salga, que —apostilló— tardará bastante tiempo».
Y es que las deudas que la fundación —presidida, hasta el momento, por la viuda del Nobel— arrastra son uno de los principales obstáculos que el Ejecutivo tendrá que superar antes de asumir por completo el mando de la histórica institución. Según datos aportados por la propia Xunta, el total de adeudos se eleva a los 400.000 euros, una cantidad que, por el momento, impide que la Consellería de Cultura se haga con el control de la institución «en las mejores condiciones posibles», tal y como explicó Roberto Varela durante su intervención ante los medios de comunicación.
Sin embargo, una vez quede subsanado este cortapisas y contando ya con un órgano directivo completamente perfilado, desde Cultura sí se han comprometido a «comenzar con las aportaciones que entregarán anulamente». Es más, el propio representante popular admitió que es posible que la Administración tenga que «hacer alguna aportación extra». Ahondando en esta cuestión y, como respuesta a las preguntas de los periodistas, Varela reconoció que «se trata de asumir una fundación que está en graves circunstancias económicas por lo que nuestra obligación es no permitir que esto acabe mal».
Misión: sanear
El popular no se pronunció, sin embargo, en referencia a la cantidad real que la Xunta debería aportar para sanear las cuentas de una Fundación que no ha podido superar el peor momento económico por el que atraviesa desde su creación. «En este momento no puedo decir la cantidad porque antes de que pasemos a tomar el nuevo patronato hay una serie de condiciones que están recogidas en el acuerdo y una de ellas se sanear», adujo Varela.
De este modo se da por zanjada una de las polémicas que rodean el traspaso a manos públicas de la institución que lleva el nombre del Nobel y que ha levantado opiniones encontradas entre unos y otros sectores de la población. En concreto, el cambio de ubicación de parte de los fondos del edificio de Iria Flavia a la Biblioteca América de la Ciudad de la Cultura provocó las quejas de los padroneses que temían perder, con el cambio, la notoriedad de la institución y, por ende, de su localidad.
Unas quejas a las que el Ejecutivo autonómico se enfrentó asegurando que su intención es «blindar» la permanencia del legado del Nobel en la Comunidad, que de perderse —y bajo el punto de vista del máximo mandatario gallego— sería «lo peor que le puede pasar a Galicia». En cuanto a las dudas que planeaban sobre la continuidad del Museo de Iria Flavia, fuentes de la
Xunta afirmaron que el edificio permanecerá abierto al público de manera estable, por lo que se respetarán las exposiciones permanentes que acogen las diversas salas del edificio. Una decisión a través de la que se busca incrementar el número de visitantes y turistas que acuden a las salas arrastrados por la trayectoria y la fama del escritor. En este sentido, Feijóo se mostró convencido de que el efecto llamada jugará un papel esencial en esta nueva etapa para la Fundación Cela.
Otra de las incógnitas despejadas durante la última semana es la relativa a la disposición del legado del autor que será cedido provisionalmente a la biblioteca del Monte Gaiás. Entre los materiales que pasarán a nutrir los fondos de la nueva bilioteca se encuentran manuscritos y obras bibliográficas cuyo interés cultural queda fuera de toda duda. Este trasvase de fondos repercutirá además en la plantilla que actualmente trabaja para la fundación, razón por la que el de Os Peares predijo un reajuste de los gastos corrientes.
A través de este anuncio se perfila un nuevo escenario que afectará directamente al patronato del ente cultural. Así, este órgano pasará a estar compuesto por un total de 20 a 25 miembros. En este nuevo marco directivo, Marina Castaño ostentará un puesto meramente honorífico, en concreto, el de presidenta de honor. La dirección del patronato recaerá ahora en la figura del conselleiro de Cultura mientras que Jesús Vázquez, el titular de Educación, pasará a ser miembro permanente del órgano. El rector de la USC, Casares Long, y los presidentes de las cuatro diputaciones asumirán el rol de miembros natos, al igual que el alcalde de la localidad donde se sitúa el museo. El plantel se completará con un participante designado unilateralmente por su Majestad El Rey, otros dos elegidos por la Universidad y un cuarto por la Fundación del Nobel. El resto los escogerá la Xunta.
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