España acaba su presidencia sin mover la «posición común» de la UE con Cuba
El Gobierno español agota los últimos cartuchos, antes del consejo de ministros europeo del lunes, en busca del consenso
enrique serbeto
El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, intentará presentar el próximo lunes algunas ideas nuevas sobre las relaciones con Cuba en la reunión con sus colegas comunitarios.
Moratinos pretende matizar el hecho de que durante la presidencia española de la Unión Europea (UE) no ... ha logrado un consenso suficiente para suprimir la «posición común», como era su objetivo. Según fuentes diplomáticas europeas, las ideas que manejan tanto Moratinos como el equipo de la Alta Representante, Catherine Ashton, constituyen «una reflexión sobre los pasos que deben abrirse en las relaciones entre la UE y Cuba» sin encajarlas a un determinado escenario político como la «posición común», aunque a la espera de que el régimen cubano dé algunos pasos en la dirección que los europeos esperan.
Los representantes de los países miembros se han reunido ya en una ocasión esta semana para hablar de la revisión anual de las relaciones con Cuba. Y tienen previsto hacerlo una vez más hoy, viernes, para incluir en la discusión el resultado de la entrevista celebrada ayer en París entre Moratinos y el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez. La entrevista forma parte del diálogo político que la UE y Cuba mantienen desde que, a petición de España, se retiraron las medidas diplomáticas en favor de los disidentes democráticos y se ha producido ahora precisamente en el debate de preparación del consejo de ministros del lunes.
Negativa del Elíseo
En todas las tomas de temperatura realizadas hasta ahora, se ha mantenido la posición de los países que insisten en que no es posible mantener relaciones normales con la dictadura cubana, en ausencia de cambios sustanciales, como establece la «posición común», vigente desde 1996. Alemania, Suecia, Gran Bretaña o la República Checa han mantenido su oposición a los intentos españoles de eliminar la «posición común».
Francia ha manifestado públicamente que considera que no se han producido cambios en Cuba que justifiquen la retirada de la «posición común». El Ministerio de Exteriores francés ha hecho saber que París considera que «en el marco del diálogo con la UE» que ha promovido el Gobierno socialista español, «Cuba no ha hecho los gestos que esperábamos, especialmente en materia de derechos humanos y de libertades fundamentales». Por ello consideran que «no es posible dar un nuevo paso adelante» como la retirada de la «posición común». Según fuentes diplomáticas europeas, «por ahora no hay ningún indicio de que se haya producido ese consenso» que esperaba concitar la presidencia española; imprescindible para tomar una decisión.
El régimen cubano insiste en que ese mecanismo europeo de condicionar las buenas relaciones a las reformas democráticas en la isla es «un obstáculo insalvable», pero hasta ahora no ha hecho nada para ayudar al ministro español a convencer a sus colegas de que este podría ser el camino más indicado. El ministro Bruno Rodríguez salió de su entrevista con Moratinos sin dar ninguna señal en este sentido. Además, ayer mismo, el diario oficial «Granma» publicó un editorial en el que atacaba con dureza al Parlamento Europeo, al que acusa de «doble moral» y de «complicidad con Estados Unidos».
En la muerte de Zapata
El Parlamento Europeo había aprobado una durísima resolución contra Cuba el pasado 11 de marzo con el apoyo de los principales grupos políticos, incluido el de los socialistas, lo que puso en un aprieto a los socialistas españoles que apoyan a un gobierno partidario de cambiar la posición común por un mecanismo de relación bilateral con Cuba. Ayer, «Granma» acusaba a los europeos de que «lejos de desatar una campaña mediática para presionar a la UE a que asuma una actitud firme contra Israel, se haya mantenido vacilante e incluso intentando desviar la atención de los nuevos hechos violentos contra el pueblo palestino llevados a cabo por el Ejército sionista».
Para la UE, la cuestión de fondo es «encontrar la mejor manera de promover los valores europeos en Cuba» en palabras de Maja Kkocijancic, la portavoz de Ashton. La «posición común» establece que la UE no puede tener relaciones normales con Cuba mientras el régimen no dé señales claras de apertura y que en todas sus visitas oficiales a La Habana deben recibir también a representantes de las oposición democrática.
La muerte del disidente Orlando Zapata ha significado un cambio sustancial en la percepción internacional de la situación en Cuba, frente a las dudas de varios gobiernos ante el mero hecho de que Fidel Castro haya cedido el control de las instituciones a su hermano Raul y que éste hubiera cambiado algún matiz en sus discursos. Los disidentes tanto en el interior de Cuba como en el exilio han criticado la posición española, que no ha logrado cambiar en ningún caso la actitud del régimen y ha significado una señal de menosprecio hacia aquellos que piden pacíficamente una reforma democrática en Cuba. Desde la llegada al poder de Zapatero, la embajada de España y las de los demás países europeos dejaron de invitar a los disidentes a cambio de mejorar las relaciones con el régimen castrista.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete