¿A que nos vamos a llevar bien?
El PSOE hizo bien en oponerse a que la proposición no de ley sobre el caso Haidar incluyera la demanda de congelar las
El PSOE hizo bien en oponerse a que la proposición no de ley sobre el caso Haidar incluyera la demanda de congelar las negociaciones para desarrollar el Estatuto Avanzado de Marruecos con la Unión Europea. No hubiera sido un acierto estratégico. Pero tampoco lo sería ... olvidar esa baza en la relación con un régimen que no se caracteriza por ponernos las cosas fáciles.
Al presidir la UE durante el próximo semestre, España puede favorecer que esas negociaciones vayan a un mayor o menor ritmo. No se trata de amenazar pero sí de recordarle a Marruecos lo del paciente que fue al dentista dispuesto a no sufrir y advirtiendo: «¿A que nos vamos a llevar bien?».
El Ejecutivo de Zapatero ha querido ser amigo de Marruecos, pero Marruecos reserva ese calificativo para otros. A nosotros sólo nos ve como vecinos con los que no queda más remedio que relacionarse. Y ahora, molesto con la repercusión del caso Haidar, no pierde ocasión para subrayar que pueden poner al Gobierno español en aprietos haciendo la vista gorda a la salida de pateras de sus costas o no colaborando suficientemente en la lucha contra el terrorismo.
Si continúa en esa línea, el Ejecutivo dispone de una hermosa oportunidad de recordar a Rabat que tiene mucho que ganar con ese Estatuto Avanzado. Y que España puede favorecer no sólo el diálogo político, sino también, entre otras cosas, la llegada de fondos estructurales que acorten su distancia con Europa.
A estas alturas, Mohamed VI busca una salida airosa al problema que le ha creado a España, pero que puede volverse contra él. Entrar en presidencia española de la UE con el asunto sin resolver o con un final dramático, no le reportaría ningún beneficio.
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